El tren está lindo, pero en hora pico es lo mismo de siempre, se viaja muy mal", dijo a LA NACION Lucas Almaraz, de 22 años, cuando se disponía a subir al flamante Puma V3, el nuevo convoy de la línea Sarmiento que se estrenó ayer para reemplazar al que fue incendiado el jueves pasado durante los desmanes ocurridos en la estación Merlo.
Nueve vagones, aire acondicionado, calefacción, ventanillas selladas, espacios más amplios y puertas automáticas entre vagón y vagón son algunas de las características del nuevo tren que cubre el recorrido desde Moreno hasta Once, pero que ayer evitó Merlo y partió desde Castelar.
Los pasajeros consultados por LA NACION expresaron su satisfacción por el nuevo tren y su deseo de que todos fueran así. "Ojalá uno pudiera viajar todos los días en estos trenes, pero no son muchos", dijo a LA NACION María Delia Molina, de 65 años, cuando bajaba del nuevo convoy en la estación Once.
"Viajo todos los días para ir al colegio, de Flores a Liniers. Estaría bueno que todos los trenes fueran como éste", dijo Sandra Díaz, de 16 años.
La concesionaria Trenes de Buenos Aires (TBA) informó que el tren fue diseñado y fabricado íntegramente en la Argentina por Emprendimientos Ferroviarios SA (Emfer). Sin embargo, guardas y sindicalistas del sector dijeron a LA NACION que parte de él se recicló a nuevo a partir de viejos convoys.
"Lo que queda de los trenes anteriores es el bastidor, los equipos son nuevos; la carrocería, también", refutó Gustavo Gago, vocero de TBA, al ser consultado por LA NACION.
El reciclado de vagones es parte de la Obra de Reconstrucción y Modernización de 125 coches eléctricos Toshiba, impulsada por el gobierno nacional mediante el decreto 1683/2005. Por esto, el Gobierno invierte 318 millones de pesos. Es que como TBA tiene la concesión del gerenciamiento de los trenes, sólo debe invertir en el mantenimiento de las formaciones.
De las 24 que son eléctricas y que deben prestar servicio a 370.000 usuarios diarios, siete son nuevas. El Puma V3 forma parte de un nuevo modelo al que se le sumarán otros dos más, costeados por el Estado.
En tanto, ayer, los siete jóvenes detenidos por los incidentes en las estaciones Castelar y Merlo negaron cualquier filiación política y proclamaron ser "simples pasajeros", según informaron fuentes judiciales.
"Todos declararon que eran ocasionales y simples pasajeros que iban a trabajar. Uno dijo que es vendedor de garrapiñada en la estación Once; otro, cartonero; un par de ellos, pintores", declararon los informantes a la agencia DyN. El gobierno nacional había dicho que de la revuelta participaron integrantes de varios partidos de izquierda. Trabado
El miércoles pasado, a los problemas del servicio que cubre Moreno-Once se sumó el del tren diferencial que va de Castelar a Puerto Madero. Ese día, por la tarde, dicha formación se quedó en la boca del túnel que corre por debajo del subte A. "Nos quedamos en medio del túnel, tuvimos que bajar en las vías; fue horrible", dijo a LA NACION Alejandra Cáceres, que trabaja en Puerto Madero. Los usuarios de esa línea pagan un abono mensual de entre $ 150 y $ 214, lo que les asegura viajar sentados y rápido, ya que no tiene paradas intermedias.
Nueve vagones, aire acondicionado, calefacción, ventanillas selladas, espacios más amplios y puertas automáticas entre vagón y vagón son algunas de las características del nuevo tren que cubre el recorrido desde Moreno hasta Once, pero que ayer evitó Merlo y partió desde Castelar.
Los pasajeros consultados por LA NACION expresaron su satisfacción por el nuevo tren y su deseo de que todos fueran así. "Ojalá uno pudiera viajar todos los días en estos trenes, pero no son muchos", dijo a LA NACION María Delia Molina, de 65 años, cuando bajaba del nuevo convoy en la estación Once.
"Viajo todos los días para ir al colegio, de Flores a Liniers. Estaría bueno que todos los trenes fueran como éste", dijo Sandra Díaz, de 16 años.
La concesionaria Trenes de Buenos Aires (TBA) informó que el tren fue diseñado y fabricado íntegramente en la Argentina por Emprendimientos Ferroviarios SA (Emfer). Sin embargo, guardas y sindicalistas del sector dijeron a LA NACION que parte de él se recicló a nuevo a partir de viejos convoys.
"Lo que queda de los trenes anteriores es el bastidor, los equipos son nuevos; la carrocería, también", refutó Gustavo Gago, vocero de TBA, al ser consultado por LA NACION.
El reciclado de vagones es parte de la Obra de Reconstrucción y Modernización de 125 coches eléctricos Toshiba, impulsada por el gobierno nacional mediante el decreto 1683/2005. Por esto, el Gobierno invierte 318 millones de pesos. Es que como TBA tiene la concesión del gerenciamiento de los trenes, sólo debe invertir en el mantenimiento de las formaciones.
De las 24 que son eléctricas y que deben prestar servicio a 370.000 usuarios diarios, siete son nuevas. El Puma V3 forma parte de un nuevo modelo al que se le sumarán otros dos más, costeados por el Estado.
En tanto, ayer, los siete jóvenes detenidos por los incidentes en las estaciones Castelar y Merlo negaron cualquier filiación política y proclamaron ser "simples pasajeros", según informaron fuentes judiciales.
"Todos declararon que eran ocasionales y simples pasajeros que iban a trabajar. Uno dijo que es vendedor de garrapiñada en la estación Once; otro, cartonero; un par de ellos, pintores", declararon los informantes a la agencia DyN. El gobierno nacional había dicho que de la revuelta participaron integrantes de varios partidos de izquierda. Trabado
El miércoles pasado, a los problemas del servicio que cubre Moreno-Once se sumó el del tren diferencial que va de Castelar a Puerto Madero. Ese día, por la tarde, dicha formación se quedó en la boca del túnel que corre por debajo del subte A. "Nos quedamos en medio del túnel, tuvimos que bajar en las vías; fue horrible", dijo a LA NACION Alejandra Cáceres, que trabaja en Puerto Madero. Los usuarios de esa línea pagan un abono mensual de entre $ 150 y $ 214, lo que les asegura viajar sentados y rápido, ya que no tiene paradas intermedias.
Fuente: La Nacion.
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