La vieja estructura era parte de la historia del pueblo. Había sido cercada por riesgo de derrumbe.
El sábado se desplomó. Sólo causó daños materiales. La fiesta prevista para este domingo no se suspende. El paso impiadoso del tiempo y la falta de mantenimiento confluyeron para que el galpón de la estación ferroviaria de la localidad de Cortínez se derrumbara. La vieja estructura no pudo ser mudo testigo de la celebración por los 122 años de la formación del pueblo que se festeja este domingo.
El sábado, luego de varios de días de mal tiempo y cuando soplaba el viento proveniente del sur, los tirantes de madera pinotea cedieron, las paredes se desplomaron y la techumbre tejada cayó provocando un sonido sórdido como si fuera un temblor que entristeció a muchos vecinos. Como la estación, el galpón era uno de los edificios más viejos del lugar. Fueron levantados antes que comenzará a poblarse la zona. Aunque desde hacía años no cumplía ninguna función, al menos para algunos vecinos significada un motivo más para atraer visitantes deseosos por conocer pueblos rurales. "La verdad que es una pérdida irreparable.
Las tejas estaban rotas desde hacía años, se fue filtrando agua a través de los tirantes y donde apoyan contra la paredes se fue pudriendo de tal modo que se descalzaron y el sábado al mediodía se cayó", dijo el vecino, ex delegado municipal y actual integrante de UVECOR (Unión de Vecinos de Cortínez), Marcelo Ramírez. Sólo hay que lamentar perdidas materiales con valor de carácter histórico para muchos habitantes de la localidad. Por su estado, el galpón estaba deshabitado y había sido cercado por la Municipalidad ante la posibilidad concreta de riesgo derrumbe. La prevención esta vez tuvo efecto positivo. No obstante, la estructura ahora reducida a ruinas es motivo de lamento. En UVECOR soñaban con recuperarlo y dar utilidad, como en la localidad de Carlos Keen o como ocurre en Olivera y Jáuregui donde los viejos galpones ferroviarios fueron adquiriendo múltiples usos ante el abandono de las empresas concesionarias del servicio de trenes. "Eso era un peligro –reconoció Ramírez-.
Habíamos pasado notas a la Municipalidad que las elevaron a Ferrocarril", agregó y estimó que por las condiciones en que quedó "es irrecuperable" porque "se cayó el 80 por ciento de techo y el 50 por ciento de las paredes. Es un pedazo de historia que se vino abajo. Cuando hablo con EL CIVISMO, lo estoy mirando y me da pena", acotó en dialogo con este medio. Hasta hace unos 15 años, el galpón de la estación estaba en condiciones óptimas. El entonces jefe de la estación se encargaba de su mantenimiento aunque ya no se detenían las formaciones cargueras ni se almacenaban cereales u otras mercancías. La política implementada durante la presidencia de Carlos Menem, con su recordada frase "ramal que para, ramal que cierra", hizo que los trenes de carga no se detuvieran más en la estación Cortínez, el servicio de pasajero fuera cada vez mas espaciado y el jefe de la parada pasara a retiro forzado, en el mejor de los casos. Desde entonces, el galpón quedó "a la buena de Dios", resumió Marcelo Ramírez.
Actualmente el ramal que pertenece a la empresa privada Ferrobaires presta servicio para los pasajeros, sin tener parada programada en la estación de Cortínez, salvo que el conductor del convoy aviste pasajeros en la estación o que alguno que esté viajando solicite que el tren se detenga para poder bajar. Aunque transitan trenes de carga, en ambos sentidos, de la empresa América Latina Logística, no se detienen en Cortínez. Pese a este imprevisto contratiempo, la fiesta del domingo no se suspende.
Desde UVECOR confirmaron que los festejos se llevarán a cabo y que los restos del galpón no presentan ningún peligro para quienes se acerquen al predio a compartir un nuevo aniversario de la localidad.
UN POCO DE HISTORIA.
Cortines (por ser palabra grave terminada en "s" no lleva tilde, pero por provenir del apellido Cortínez suele ponérsele la tilde) o Cortínez es uno de las siete localidades que tiene el partido de Luján. Está a unos 84 kilómetros de Buenos Aires. Fue fundado el 23 de mayo de 1888. El pueblo surgió con la llegada del "Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico" que tuvo su primer servicio el 23 de marzo de 1888. Esta red se nacionalizó en 1948, durante la presidencia de Juan Domingo Perón, y pasó a ser parte de la nueva compañía estatal Ferrocarril General San Martín que, en la actualidad, presta servicio directo entre Retiro, en la Ciudad de Buenos Aires, y la zona oeste del país, llegando a Mendoza y San Juan, pasando por las provincias de Buenos Aires, Santa Fé, Córdoba y San Luis. El paso del ferrocarril impulsó la edificación de la estación de Cortines, en terrenos cedidos por Domingo Amestoy, con el fin de transportar los cereales y la leche producidos en la zona.
El paso del tren, con una estación y trabajo por realizar, estimuló la llegada de pobladores a la zona, que hoy en día son aproximadamente unos 1.500. En 1928, la instalación de la Algodonera en la vecina localidad de Jáuregui y en 1947 la Fabril Linera en sus cercanías le confirieron el definitivo desarrollo a tierras que en su mayoría fueron fraccionadas por los herederos de sus primitivos pobladores. La localidad debe su nombre a Segundo José Santiago Cortínez, un sanjuanino nacido en 1830 y que tuviera destacada actuación política. Fue Juez, Diputado Nacional y colaboró en las presidencias de Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento.
Fuente: El Civismo
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