Una decena de jóvenes bandeños lograron, el mes pasado, su meta de convertirse en conductores de locomotoras diésel y de poder ejercitar su oficio de inmediato. Luego de 18 años, egresaron de la Escuela José Ambrini de La Fraternidad un puñado de herederos de aquella profesión que había quedado en el olvido, cuando se produjo el masivo cierre de la mayoría de los ramales ferroviarios argentinos. El directivo de la entidad gremial, Ramón Rojas, comentó a EL LIBERAL que los egresados tienen entre 21 y 27 años. “La mayoría de ellos son hijos o familiares de ferroviarios”, dijo con orgullo. Primero habían cursado los estudios teóricos y prácticos como foguistas durante tres años. Un año y medio más les demandó capacitarse como conductores de las máquinas que transportan cargas y pasajeros. El grupo rindió el examen final el mes pasado, cuando un inspector nacional de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte vino a La Banda para evaluar las condiciones en que se desenvolvían los alumnos. Esto significó no sólo conocer aspectos teóricos de su labor, sino manejar en la playa de maniobras a una locomotora, relató Rojas. Pero la satisfacción del gremialista no finalizó allí, sino que a diferencia de lo que suele suceder con la mayoría de los estudiantes que terminan sus estudios, los maquinistas ya están trabajando para la empresa Nuevo Central Argentino. Aumentó la cantidad de maquinistas.
Contrariamente a lo que se podría suponer, en la actualidad hay muchos más conductores de locomotoras que antes de las privatizaciones. Según Rojas, a principio de los 90, en lo que era el ferrocarril Mitre había 140 maquinistas. En los mismos ramales, hoy trabajan unos 500.
Fuente: El Liberal
Buen dato, pero la imagen es una locomotora E-29 y el maquinista que en ella sale es don David Cespedes
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