martes, 12 de marzo de 2013

Pese a los carteles, la gente aún espera en el puente peatonal


Los letreros electrónicos no siempre brindan información correcta o se actualizan recién cuando el tren ingresa al andén. Personal de UGOFE acompaña a los pasajeros en la espera del ferrocarril.



Miran concentrados hacia el horizonte. No están disfrutando de la vista, están amontonados en el puente peatonal de la estación Temperley. Aguardan la llegada del tren. Mientras esperan, un chico cruza el tumulto de gente y anuncia a los gritos: "Ahí viene". Lo miran con disgusto. El chiste no causó gracia en la multitud impaciente. Minutos más tarde, un objeto aparece en el paisaje. Empieza entonces la estampida de usuarios que se zambullen hacia las escaleras. La meta es llegar al andén antes que el ferrocarril continúe con su recorrido. La rutina es conocida por los pasajeros que se dirigen hacia Glew, Ezeiza, Bosques o Alejandro Korn y se repite aún después de la instalación de letreros eléctricos que anuncian el arribo de las formaciones.

"Muchas veces cambian el andén. En el cartel figura que ingresará por el seis y después entra por el cuatro. Cuando lograste llegar al lugar correcto, el tren ya se fue", lamentó María Teresa Trupiano a lomasdezamora.clarin.com. Trupiano es un usuario más que espera en el puente peatonal para ver en cuál de los diez andenes entrará el eléctrico o el diesel que la llevará a destino.

A la hora de implementar tácticas para adivinar por dónde parará el tren, los usuarios son expertos. Miguel, que se trasladaba hacia Ezeiza, recomendó un lugar estratégico donde posicionarse a lo largo del puente. "Hay que ubicarse en el sector en el que están los empleados de UGOFE. En caso que haya alguna cancelación o cambio y aún no esté especificado en el cartel, los chicos anuncian la información correcta", indicó. En la estructura que cruza por sobre la estación siempre hay al menos dos trabajadores del Roca.

"Aún con los carteles seguimos sin saber por dónde vendrá. Se actualizan tarde y mientras pasamos de un andén a otro podemos perderlo. Deberían saber con anterioridad dónde se detendrán y anunciarlo con un margen mayor", comentó Vanesa Costa, mientras sus ojos no abandonaban las vías del ferrocarril.

El problema, según lo relatado por los comerciantes que trabajan en la estación, se acentúa de noche. "Los letreros funcionan de cinco de la mañana a diez de la noche. Si venís fuera de ese horario, no tenés ninguna guía", graficó Osvaldo Greco, empleado de un kiosco de diarios ubicado en paralelo al andén.

El sistema electrónico de anuncios se instaló en enero de 2012 y comenzó a funcionar a mitad de año. El objetivo era ordenar el tránsito de pasajeros en la estación, una de las que presenta el mayor cauda de usuarios de toda la línea Roca.


Fuente: Clarin

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