lunes, 16 de julio de 2012

El conflicto entre Cristina y Scioli frenó la Agencia de Transporte


El organismo fue creado hace un mes para coordinar los colectivos, subtes y trenes del área metropolitana.

A más de un mes de haber sido presentada por el gobierno nacional como una nueva instancia superadora que iba a resolver los problemas de movilidad de más 13 millones de usuarios, la “ Agencia de Transporte Metropolitano ” (ATM) quedó prácticamente congelada y con escasas chances de lograr algún avance en lo que resta del año.

La ATM –la entidad tripartita que debe aglutinar a la Nación, la provincia de Buenos Aires y la administración porteña– ingresó en una nebulosa por dos cuestiones políticas clave.

Una de ellas es la marcada embestida que la Casa Rosada ha lanzado contra el gobernador bonaerense, Daniel Scioli , a quien no sólo le están negando los fondos prometidos para pagar los aguinaldos, sino que además le endilgan que no sabe gestionar y administrar la provincia.

La otra traba es la falta de resolución del conflicto por la transferencia de los subterráneos que sigue dividiendo las aguas entre la Nación y la administración porteña de Mauricio Macri.

A principios de junio, junto con el pase del área de Transporte a la cartera de Interior, la presidenta Cristina Kirchner había anunciado la puesta en marcha de una nueva entidad interjurisdiccional destinada a manejar todas las cuestiones referidas a los medios de transporte de pasajeros y cargas de la región metropolitana.

Dos días después del anuncio, el ministro Florencio Randazzo se juntó con Scioli y Macri para dar el puntapié inicial de la ATM. En ese momento acordaron crear una comisión técnica que piloteada por el titular de la CNRT, Eduardo Sicaro, tenía que definir en 90 días el esquema legal y operativo de la entidad tripartita.

Pero los integrantes de esa comisión sólo alcanzaron a reunirse en dos ocasiones . La pelea planteada entre Cristina y Scioli y la falta de acuerdo con Macri por los subtes pusieron a la ATM en el freezer y ahora nadie se anima a pronosticar cuando podrá salir de ese estado.

Más que responder a una planificación y una política de búsqueda de consensos, la movida de la ATM fue planteada por el gobierno nacional con el doble fin de tratar de salir de la crisis provocada por la tragedia ferroviaria de Once y achicar los crecientes problemas fiscales derivados del pago de subsidios a los medios de transporte.

Bajo el objetivo de “coordinar una política integral y solucionar los problemas operativos”, la Nación busca compartir con la provincia y la ciudad de Buenos Aires la responsabilidad y el costo político de los próximos aumentos de tarifas que se deben aprobar para los colectivos, trenes y subtes.

Por el lado de los subsidios, la intención del gobierno nacional es que a partir de 2013, las autoridades porteñas y bonaerenses se hagan cargo de la mayor parte de las millonarias compensaciones tarifarias que deben embolsar las empresas transportistas de pasajeros.

Según el organigrama tentativo que llegaron a bosquejar los técnicos, la ATM debería contar con tres niveles operativos. En primer lugar, un directorio tripartito encabezado por el secretario de Transporte de la Nación. En segundo lugar, un “consejo ejecutivo” conformado por 6 especialistas designados por las tres jurisdicciones. Y un tercer escalón con un “consejo consultivo” reservado para los intendentes del Conurbano, las empresas, los gremios y los usuarios.

Fuente: clarin

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