La pelea del gobernador Juan Manuel Urtubey con el titular de la CGT y líder de los camioneros, Hugo Moyano, no significa nada. Al menos nada sustancial para la reactivación ferroviaria en las regiones más postergadas del país.
Esa pelea mediática sonó más a una estrategia de posicionamiento, que a una verdadera intención para consolidar el Ferrocarril Belgrano con un plan concreto. Tanto Urtubey como Moyano pertenecen a un mismo sistema al que defienden con el argumento de un cambio en el modelo productivo y de inclusión social, aunque ambos, tanto desde la gestión política como sindical, deban esforzarse cada vez más para sostenerlo.
No hay que olvidarse que la progresiva desaparición del ferrocarril en el país, partió de una decisión política y solo desde ese mismo ámbito de definiciones se podrá reposicionarlo. Hoy está claro que al kirchnerismo esto no le interesa. En la huella solo aparecen inauditos acuerdos que permitieron a Moyano participar de la administración de ferrocarriles o fantasiosos escenarios que pretenden hacer creer a la gente en una reactivación eficiente, con maquinaria basura importada desde Europa.
Fuente: El Tribuno
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