lunes, 29 de noviembre de 2010

En Torres, una vecina apuesta por la reactivación del ferrocarril

En distintas localidades por donde pasaba el Ferrocarril Urquiza, los vecinos comenzaron a trabajar para recuperar el tren.

La localidad de Torres no está al margen de esta movida. Al menos, una hija de padre ferroviario está dispuesta a hacer lo posible para que el sueño se concrete. "Ramal que para, ramal que cierra", dijo el presidente Carlos Menem en noviembre de 1989. Con las primeras clausuras decretadas por el Gobierno un año después, numerosos pueblos y ciudades del país quedaron aislados o en el peor de los casos comenzaron un proceso que culminó con su extinción. Otros, menos dependientes del tren como Torres, el efecto no fue tan devastador y las consecuencias no alcanzaron a ser catastróficas para sus habitantes.

No obstante, con la privatización de los ferrocarriles muchas estaciones dejaron de tener sentido y en la larga lista de ciudades, pueblos, caseríos o paraje rurales, por donde nunca más volvió a circular el tren, Torres pasó a formar parte de ella. El servicio de pasajeros del Ferrocarril General Urquiza se terminó el 21 de noviembre de 1993 cuando la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial decidió suspenderlo mientras avanzaba el proceso de privatización. Tiempo después y casi como premio consuelo, por algunos meses llegaba los domingos una formación que atraía a turistas deseosos de conocer la tranquilidad de un pueblo y experimentar la sensación de viajar en tren.

No duró mucho. Las vías se cubrieron de pastos, algunas estaciones resistieron a duras penas y otras –como Etchegoyen- directamente desaparecieron al ser desmanteladas por manos inescrupulosas que operaron con total impunidad desguazando y robando elementos que pertenecían al patrimonio del Estado. Pero no todo está perdido. Amantes de los trenes, personas anónimas que se animan a soñar en grande, vecinos de localidades que quedaron en la vía, apuestan a lograr que el servicio ferroviario se reactive y algún día vuelvan a correr los trenes por rieles que hoy están oxidados. En la localidad de Torres, Laura Aguirre es una de ellas. Hija de padre carpintero ferroviario e integrante de la Asociación de Amigos de la Estación la invitaron a sumarse en una iniciativa ambiciosa pero no imposible: reacondicionar el ramal y poner en funcionamiento el tren.

Laura aceptó la propuesta que llegó por intermedio de un grupo de jóvenes de Villa Ruiz que, a su vez, tomaron contacto con un vecino de Torres y presidente de la asociación, Luis Favre, quien hoy vive en la estación a la que cuida y mantiene no con poco esfuerzo. "La idea era empezar a concientizar a las personas que viven en todos los pueblitos por donde pasaba el tren", contó Aguirre. Y así lo hicieron. Hoy hay vecinos en Cucullú, Hunter, San Andrés de Giles, Gahan, Heavy –por donde pasaba este ramal del FC Urquiza- como así también en Luján trabajando con un objetivo en común.

ACCIONES Y PROYECTOS.

Entre las primeras acciones que llevaron a cabo aparecen reuniones con intendentes y funcionarios municipales de los distritos surcados por el Urquiza y con empresarios de la concesionaria ALL (América Latina Logística), relevamiento de vías y estaciones, y festivales culturales en cada pueblo como medio para difundir la iniciativa. Desde el Ferroclub Urquiza de Villa Lynch se acoplaron y los amigos del tren consiguieron una zorra, compraron un motor de Citroen 2CV para empezar a recorrer el ramal mientras los fines de semana realizan tareas de desmalezamiento. Todo es a pulmón. Nadie cobra un centavo. Todos son voluntarios. Aguirre acercó a la gente de Villa Ruiz y Cucullú un proyecto que había redactado hace un par de años y por distintas razones no había podido presentarlo ante la intendenta para que se declare de Interés Municipal la estación de Torres y así poder conservar lo que queda de patrimonio. "Lo hice por miedo a que invadiera la estación. Por suerte, está la familia Favre que la cuida si no ya hubiera sido más que desmantelada. No hubiera quedado nada", alertó. Hoy ese proyecto sirve como modelo para que otras localidades vecinas tengan una cobertura y un apoyo de parte de los municipios. "La idea es que el tren regrese.

Es muy difícil, un sueño demasiado grande. La máquina y los coches están en Villa Lynch a cargo del Ferroclub pero no es fácil. La intención es tener un tren turístico o, en principio, que el tren comunique dos o tres estaciones: Torres-Villa Ruiz-Cucullú o Villa Ruiz-Cucullú-San Andrés de Giles y que haya una mínima comunicación ferroviaria. Pero no todo está perdido, hay esperanza. Uno puede pensar que esto es una utopía pero quien te dice...", dice Laura Aguirre. Un pueblo poco afecto al tren. La historia cuenta que Juan, hijo de Melchor Torres, es quién dona la superficie para la estación de tren, con la condición de que lleve el nombre de su padre. La estación de ferrocarril en un principio era sólo un apeadero pero en 1892 tuvo la llegada de la primera formación propulsada por una locomotora a vapor. Hasta entonces los vagones eran tirados por caballos percherones. La estación actual fue inaugurada en 1910, aunque el ferrocarril funcionaba desde 1889. Con la instalación en el lugar de la Colonia Nacional "Montes de Oca", en 1915, para el tratamiento de enfermos mentales, el incipiente pueblo comienza su desarrollo y el ferrocarril, si bien circuló hasta la década del 90, nunca tuvo la relevancia como en otras localidades ni concitó la atracción de sus habitantes. La línea cambió su denominación de "Tramway Rural" por la de "Ferrocarril Rural de la Provincia de Buenos Aires" en 1897. Al nacionalizarse todos los ferrocarriles, tomó el nombre de "General Urquiza". Esta línea tiene otras dos estaciones que fueron inauguradas junto con la de Giles: Son las de Ruiz y Cucullú, que evocan a los nombres de quienes donaron las tierras para construirlas.

Tras la privatización, los trenes dejaron de pasar y el ramal languideció hasta que surgieron los movimientos vecinales tratando de cambiar esta realidad. Una Navidad diferente. VII Navidad en el Campo Cucullú-Villa Ruiz se llama la fiesta programada para el domingo 19 de diciembre a realizarse en Villa Ruiz. "La idea es que Papa Noel llegue en zorra repartiendo juguetes a Cucullú y Villa Ruiz. Para lo cual tenemos que terminar de limpiar las vías entre dichos pueblos. También tenemos que poner en marcha la zorra-trineo, conseguir juguetes y cualquier tipo de donación. En la Estación de Ruiz, se realizará "El Pesebre Viviente", habrá servicio de cantina y kermesse. Terminando con un Fogón y la llegada de Papá Noel y los reyes magos", contó José Bello, integrante del Ferroclub Urquiza.

Fuente: El Civismo

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