El Colegio de Arquitectos de San Juan tomó la iniciativa para lograr restituir uno de los majestuosos edificios históricos de la ciudad de San Juan que hoy podemos visitar como Centro de Exposiciones.
La estación terminal de San Juan es todo un monumento arquitectónico para la época.
El edificio de la estación del FF.CC. General San Martín, ubicado en Avenida España y calle Mitre frente a la llamada Plazoleta de la Pirámide (hoy Plazoleta del Ferrocarril), se terminó de construir en 1887, dos años después de la habilitación de la línea ferroviaria.
Con planta baja y primer piso la “casona del ferrocarril” o “los altos del ferrocarril” fue enorme para la época y lució como una de las edificaciones más altas de aquel San Juan. Construida con muros de ladrillones, con carpintería de algarrobo y estructura sismorresistente lograda mediante una jaula de rieles soldados entre sí, la edificación ocupó un total de 934.30 m2.
En la planta baja se ubicaban las oficinas. En la planta alta, a la izquierda se encontraba una sección de la parte económica-financiera de la empresa y a la derecha el departamento que ocupaba el jefe de la estación. El edificio de influencia renacentista por su composición de los elementos: frontis, pilastras, zócalos, cornisas y balaustradas, funcionalmente respondía a la tipología de las terminales de cabecera, las cuales a partir de un hall central de distribución y recepción se comunicaba directamente con el andén de espera.
El terremoto de 1894 no la afectó, el sismo de 1944 dañó revoques y algunas paredes de los pisos altos, razón por la cual fue desmantelada la planta alta para mayor seguridad.
Con una sola planta y adornada por una farola que, igual a la que viste la Plaza de Mayo en Buenos Aires, reemplazó la estatua del Dr. Salvador María del Carril, que había sido ubicada allí en 1899, la casona del ferrocarril es hoy uno de los pocos testimonios arquitectónicos a través de los cuales los sanjuaninos pueden acercarse al siglo XIX.
En 1887 el edificio del Ferrocarril San Martín fue inaugurado para poder comunicar a la provincia con el resto del país. Los años transcurrieron y lo que el paso del tiempo, las inclemencias y las catástrofes naturales no destruyeron, lo hizo el descuido y el desinterés de nuestros representantes que por 10 años abandonaron a las manos de nadie un hito de nuestra historia. Esta situación fue el gran desafío de 2003 para el Colegio de Arquitectos de San Juan que junto a importantes empresas lograron recuperar este patrimonio.
Junto a quien era Gobernador de la Provincia Dr. Waldino Acosta, se firmó un convenio donde el Colegio organizaba una muestra de diseño utilizada como una verdadera excusa para recuperar el interior. Con el aporte material y económico del empresariado local de la industria, el comercio y los colegios profesionales de la comunidad, se consiguieron los insumos requeridos mientras el gobierno contribuyó con la mano de obra.
Levantar un inmueble destruido no fue tarea fácil (se realizó entre 2002 y 2004, estando como Presidente del Colegio el actual, Arq. Jorge Cocinero Raed). Los objetivos del trabajo de restauración fueron recuperar cada ambiente con cuidado de no alterar ningún elemento original, reparar lo existente y colocar todos los elementos que faltaban, logrando así una restauración fiel a la estructura histórica. Las tres partes recuperadas fueron el interior, el frente del edificio y el andén exterior.
Entre los trabajos que se realizaron podemos destacar el enarenado de pisos originales en el área central del edificio, reemplazo de pisos por cerámicos en el resto de los ambientes; enarenado de paredes para remover las numerosas capas de pintura; enarenado y barnizado de techos para recuperar la madera y un trabajo artesanal de restauración en cada una de las molduras de yeso de los pilares y techo. Además se colocaron puertas nuevas que dan al andén y al acceso principal ya que las originales habían sido robadas. Se instaló todo el sistema nuevo de cañerías y cableado debido que el original no existía.
Actualmente podemos visitarlo como centro de exposiciones y seguimos admirando sus formas y en cada rincón se puede revivir un pedazo de historia. La responsabilidad de su cuidado ha sido delegada de mano en mano en estos años a distintas administraciones municipales que han mantenido algunas obras y han perjudicado otras (cegar las ventanas del edificio; utilizar el andén como estacionamiento; no haber dejado un tramo de las vías del ferrocarril que sirva como testigo del mismo).
Fuente: Revista Vivienda
No hay comentarios:
Publicar un comentario