Estacion La Plata, foto Diego Sotelo, Galeria Haciendovia
Así, mientras algunos de ellos aseguraron que "la 1 se convirtió en un mercado persa", desde la dirección de Control Urbano de la Comuna se informó que a raíz de la reiteración de los operativos, la venta callejera se redujo a la mitad. Entre los productos que se exhiben en la vereda hay variada ropa interior, prendas de niños, bijouterie y también artículos comestibles como especias y facturas. "Cada tanto vienen los inspectores de la Municipalidad y la vereda queda vacía, pero lamentablemente al rato vuelven porque nadie se quiere perder a la innumerable cantidad de posibles clientes que pasan por acá desde la Estación de Trenes", señaló un comerciante de 1 y 43 que pidió dejar su nombre en reserva por temor a las represalias. En reiteradas oportunidades desde el sector comercial se denunció que están avasallados por "una competencia desleal e ilegal" y se pidió que se cumpla con lo reglamentado por las ordenanza comunales. Habitualmente son unos 10 vendedores que se instalan en la vereda, aunque la actividad también se hace extensiva a diagonal 80 desde la avenida 1 hasta calle 3. Si bien algunos comerciantes se muestran resignados y opinan que nunca se va a poder erradicar la venta ilegal, otros piden que se intensifique la presencia de los inspectores de Control Urbano.
Para Ignacio Martínez, titular de esa dependencia, "el problema de la venta ambulante es muy complejo", aunque apuntó que a fuerza de realizar operativos diarios la actividad se pudo reducir a la mitad. "Todas las mañanas vamos 2 o 3 veces a esa zona, decomisamos mercadería y labramos infracciones. Tenemos 2 equipos especiales que se dedican a esos controles. Por ejemplo pudimos terminar con un puesto de verduras que siempre se armaba en la esquina de diagonal 80 y 3", graficó el funcionario. En relación a la metodología de los vendedores ambulantes se indicó que los que comercializan películas suelen exhibir sólo los sobres de papel para no perder la mercadería cuando son decomisados. "Se pudo desalentar a los que venían de otros lugares y los que se ven en la actualidad son vendedores que viven en la región. De todas maneras la venta ilegal se redujo a la mitad y es una de las preocupaciones permanente de esta gestión", agregó Martínez. Según los relevamientos comunales, por estos días los artículos que más se venden son relojes, ropa y bijouterie. "No son las películas o los discos compactos lo que más se venden, sino la ropa. También había ofertas de artesanías en la vereda calle 8, pero logramos erradicarlas casi en su totalidad", concluyó el director.
Fuente: El Dia
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