Dentro de poco se conocerá en la justicia jujeña el pliego con el que se llamará a licitación. Hay propuestas para arrendar y comprar la fábrica (la última fue de Emepa), que tiene una intensa historia, con grandes vicisitudes. Esta crisis interesa al ambiente azucarero.
Cuatro empresas están interesadas en quedarse con el ingenio jujeño La Esperanza (en proceso de quiebra desde hace nueve años), que arrastra una historia plagada de incertidumbre y de convulsiones. No logró estabilizarse y funciona prácticamente a la deriva, con 2.200 operarios que no saben qué ocurrirá, con sus sueldos y con la estabilidad laboral de todos. La decrépita refinería está envuelta en la desinversión, el olvido y los intereses de distintos sectores, en medio de prolongadas fricciones judiciales. Los interesados provienen de distintas vertientes. Son:
- El grupo empresario cordobés de Benito Roggio (dedicado a la construcción, hizo numerosas obras en Jujuy durante la década del ex gobernador Eduardo Fellner), a través de Metronec.
- El empresario supermercadista tucumano Emilio Luque.
- El grupo Emepa, que maneja numerosos emprendimientos en distintas actividades.
- El ingenio Tabacal, de la compañía norteamericana Seaboard, una de las grandes firmas azucareras de la Argentina.
El sindicato de los trabajadores de La Esperanza se pronunció en contra de la licitación o el remate del ingenio y dejó constancia de su apoyo a la salida del avenimiento (acuerdo extrajudicial entre la empresa en quiebra y todos sus acreedores, que podría terminar en un arriendo por un año o dos, con opción de compra) por vía de la empresa constructora Benito Roggio.
La postura del gremio se expresó en una presentación elevada a la jueza de la quiebra, doctora Cristina Lakatos. También el grupo Emepa volvió a la carga con una oferta. Emilio Luque, empresario supermercadista de Tucumán, hizo un ofrecimiento para financiar la zafra. En todos los casos los interesados elevaron planes de inversión, que van desde el desembolso de siete millones de dólares para financiar la próxima zafra y la plantación de 3.000 hectáreas más con caña de azúcar, como lo hizo el grupo Roggio. Los trabajadores dicen que la fábrica se cae a pedazos porque en los últimos 12 años no se compraron repuestos nuevos; que a esta altura no se reparó nada y la zafra ya está encima, a pesar que está muy alto el precio del azúcar y que se cotiza bien el negocio del bioetanol para combustible a base de caña. En algún momento se llegó a tratar la venta directa de la empresa azucarera en quiebra a los ingenios Ledesma, de Jujuy, o Tabacal, de Salta, que ofreció 50 millones de dólares. Última propuesta. El Grupo Emepa, empresas de capitales, con más de 50 años de trabajo en Argentina, oficializó su propuesta de arriendo del Ingenio La Esperanza. Ante el Juzgado Civil y Comercial nº 9 de San Pedro de Jujuy, destacó que tiene como objetivos asistir financieramente la interzafra y alcanzar una solución definitiva para la fábrica.
El director del Grupo, ingeniero Luis Gilligan, señaló que "tenemos dos planes para el ingenio La Esperanza, uno para la contingencia y otro para el largo plazo. Sabemos que tendremos que trabajar con un grupo humano golpeado y desmoralizado, y por eso, además de la inversión en la planta fabril y en los campos, tenemos previsto realizar un fuerte trabajo de apoyo a la totalidad de los trabajadores”. Entre otras cosas, ofrecieron que a partir del momento que se homologue la propuesta en cinco días se pague a cada trabajador 1.000 pesos a cuenta de futuros plus por productividad. Proponen un arriendo por un año o dos, y cuando pasen los momentos difíciles, quieren ser propietarios del Ingenio y seguir invirtiendo para crecer. El escrito que los abogados de Emepa dejaron en el Juzgado de San Pedro, comprende el ofrecimiento de plan de inversiones y mantenimiento para que el ingenio pueda afrontar el presupuesto del período de alistamiento de la zafra 2010 con el que se buscará, dicen, a partir del arrendamiento y la explotación, procesar 6.000 toneladas de caña de azúcar por día y producir 75.000 toneladas de azúcar.
Para ello, el grupo ofrece hacerse cargo del pago de servicios, impuestos, materias primas, mercaderías e insumos que sean necesarios para lograr los niveles de producción previstos. Emepa se comprometió a abonar por la explotación del ingenio un canon locativo del 4.3% de la facturación, superior a otras propuestas presentadas. Con relación a los trabajadores, el punto destacable es la intención de acordar con ellos un sistema de "estiba obrera". Esto es, lograr que parte de la producción de azúcar se destine a armar un stock que una vez finalizado el año de trabajo, y si no se quiere ampliar el plazo de arriendo o vender el Ingenio a Emepa, quede para garantizar a los trabajadores que podrán disponer de ella para no repetir los momentos de zozobra que actualmente viven, en el ingenio inactivo. La propuesta también incluye el compromiso de entregar a cada trabajador la suma de $ 1.000 a cuenta de premios por productividad, que se abonarán en los cinco días subsiguientes a la homologación judicial del arrendamiento. Este monto no será deducido de los costos de explotación del arriendo. Otra mejora que anunciaron es la ampliación de la superficie cultivada con caña en 1.000 hectáreas durante este año y otras 1.000 en el año próximo. Con el objetivo de garantizar el cumplimiento de su propuesta, el Grupo Emepa, otorgará una garantía de 3.100.000 dólares, emitida por una compañía de seguros de primera línea, aseguró Gilligan. Emepa está íntegramente compuesto por capitales de origen nacional y entre los muchos rubros que abarca su actividad, figuran el metalmecánico, talleres ferroviarios, grandes establecimientos industriales en Buenos, Rosario y Córdoba, producciones manufactureras, dos grandes empresas constructoras de nivel nacional, servicios de dragado del Río de la Plata, empresas de higiene urbana, otras dedicadas al mobiliario urbano (paradas de colectivos, resguardos), publicidad estática y campos donde produce agricultura y ganadería en gran escala, y también desde hace un tiempo, viñedos de alta calidad.
El grupo está constituido por Ferrovías, Hidrovía, Don Benjamín, Ferrocentral, Celeris, P. C. Vía Pública y Ferromel. Su principal accionista, Gabriel Romero, históricamente vinculado con la Unión Cívica Radical, tiene buena relación con el kirchnerismo. /ellibertario.com, jujuyaldia.com.ar, lanacion.com
Fuente: Contexto
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