domingo, 21 de marzo de 2010

Envían un nuevo impuesto por las obras en el subte

Por una ley, los inmuebles ubicados a 400 metros o menos de una estación nueva deben pagar una "contribución obligatoria por mejoras" en la red de subterráneos. El monto varía según la cercanía y puede superar los $150.



En medio de la polémica por un posible aumento en el impuesto de alumbrado, barrido y limpieza (ABL), el Gobierno porteño empezó a enviar un nuevo tributo a todos aquellos vecinos que viven a 400 metros o menos de una estación nueva de subte, en este caso la estación Puán de la línea A, en Caballito. La factura, que acompaña a la del ABL, viene identificada con la sigla "CDM" y es una "contribución de mejoras" que es obligatoria por una ley de 1987 que fue creada como un impuesto extra para solventar la extensión de las redes de subterráneos.

En la Dirección General de Rentas porteña explicaron a este diario que "el CDM es una contribución por aquellas mejoras en la red de subtes que benefician a determinadas zonas y barrios. Rige por una ley nacional que la Ciudad reglamentó en 1997. Y abarca a todos los inmuebles dentro de la zona de influencia (400 metros) de cada tramo que se habilita".

Según pudo comprobar La Razón, las facturas que empezaron a llegar este mes a los vecinos de la estación Puán, tienen distintos valores que fueron calculados en base a una tabla compleja, establecida por el decreto municipal 508/97. Según esa tabla, el monto a pagar deviene "del prorrateo del costo total del tramo que se habilite" y tiene en cuenta distintas variables, como por ejemplo el valor de la propiedad y su cercanía a la nueva estación. Para evitar excesos, el decreto establece que el impuesto "nunca podrá exceder el 15% de la valuación fiscal original del inmueble" y incluso permite que los montos elevados puedan abonarse hasta en cinco cuotas.

El CDM para Caballito rebotó de distinta manera en los contribuyentes de ese barrio: un vecino que vive a media cuadra de la estación, por ejemplo, debió abonar $9,96, mientras que otra vecina de la misma cuadra se quejó porque recibió una factura por $150. En Rivadavia al 6100, a dos cuadras de la estación Puán, una familia deberá pagar cuatro cuotas anuales de $100. La primera ya venció.

Según dijeron en Rentas, este impuesto empieza a regir desde el año inmediatamente posterior a la inauguración de la nueva estación. En el caso de Puán, la estación fue inaugurada en diciembre de 2008, junto con la estación Carabobo (desde el Gobierno porteño sostienen que los contribuyentes que viven cerca de esa estación recibieron en 2009 el CDM y que lo mismo ocurrió en la línea H). Por eso hay polémica con las fechas, porque la ley establece que las boletas deben ser enviadas en el mes de octubre, y en este caso empezaron a llegar ahora. En Rentas no pudieron explicarlo.


Una Ley con demoras

La ley en cuestión es la 23.514, que fue sancionada en junio de 1987, seis meses antes de la inauguración parcial de la estación Ministro Carranza de la línea D. La Ciudad la reglamentó recién en mayo de 1997, bajo la gestión de Fernando de la Rúa y con la inauguración de la estación Olleros. Sin embargo, una demora en el sistema hizo que la norma recién se aplicara sobre los vecinos del subte D en 2003. Por ley, ese dinero recaudado fue destinado a un "fondo permanente para la ampliación de la red de subte", administrado por la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires y "destinado a las inversiones que originen los proyectos, construcciones, instalaciones y gastos financieros", tal como ocurrirá ahora en Caballito.

"La ampliación de las redes de subterráneo mejoran el acceso a la zona y beneficia a los comerciantes que están cerca de las estaciones. Las propiedades se revalorizan, y los vecinos tienen más facilidad para llegar. Todo eso está contemplado en la ley", concluyeron en Rentas.

Fuente: La Razon

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