Los viajeros partirán luego en ómnibus hasta la localidad de Punta de Vacas (Las Heras), donde el 2 de enero se hará el cierre de la Marcha Mundial por la Paz, que recorrió toda la Tierra y dio comienzo en Nueva Zelanda. El retorno a la Capital Federal se producirá desde Palmira, el 3 de enero. El último viaje. En los dos extremos del viaje hay personas, jóvenes y mayores, que están fascinados con esta provisoria vuelta del tren de pasajeros, y también por encuadrarse en un objetivo altruista y pacifista. En la metrópoli uno de los entusiastas es el abogado y ferroaficionado Christian Uzzi, de 26 años, mientras que en nuestra ciudad, tres de los muchos propiciadores de este operativo son Pablo Anglat (29), Roberto Bocanegra y Héctor Antinori (73), un mecánico que torneaba motores de los antiguos coches Ganz, que afirma que quiere volver a viajar regularmente en ferrocarril a Buenos Aires antes de morirse. Pero, no son los únicos impulsores del retorno del transporte por rieles, hay muchas más. La última vez que oficialmente corrió un tren de pasajeros entre la cordillera y el Río de la Plata fue a principios de marzo de 1993. El servicio fue de El Cuyano. Luego sólo hubo desplazamiento de carga en ese ramal, y apenas una o dos travesías experimentales, como un tren solidario que se movilizó hace un año. Contribución voluntaria. El viaje es gratuito, pero para gastos de logística, ornamentación (banderas, banderines, etc) y apoyo a las iniciativas que se desprenden de la travesía, se ha fijado un bono contribución de 20 pesos por persona, con carácter de voluntario. Un desplazamiento extra será un viaje en zorra en Justo Daract, el único lugar donde parará el convoy durante el recorrido, ya que ni siquiera lo hará en Villa Mercedes.Fuente: Los Andes

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