En la primera, se trató de la rotura de elementos del sistema de señales. Según fuentes consultadas por enelSubte.com, se derritieron por sobrecalentamiento tres placas del hardware del sistema ATP. Hace dos años y medio ocurrió lo mismo con una placa, y la solución de Metrovías fue ponerle aire acondicionado a la sala técnica en lugar de recambiar los componentes defectuosos. No resultó satisfactorio. Como consecuencia del desperfecto, algunas formaciones de la línea B dejaron de aparecer en el puesto de control. Se intentó transferir el control a Lacroze, sin éxito. El servicio fue suspendido definitivamente y la línea evacuada.
Por su parte, minutos más tarde de lo sucedido en la línea roja se suspendió inesperadamente el servicio en la línea A. Metrovías informó en un primer momento sobre "inconvenientes técnicos" que más tarde revelaron ser un problema análogo con el PCO. En este caso, se solucionó para las 12:45 con un desvuelco del sistema de señales ATP: la línea es controlada provisoriamente y con irregularidad en su frecuencia desde Primera Junta. El mismo problema se repitió en la línea D, con control desde Congreso de Tucumán y frecuencias de hasta 15 minutos entre trenes antes del mediodía.
Todavía se desconoce qué fue lo que afectó a las líneas A y D, puesto que en ellas no se dañaron componentes del sistema de señales. Parece probable alguna relación con lo ocurrido en la B.
Fuente: En el subte
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