La construcción del tren bala que uniría Buenos Aires, Rosario y Córdoba en tres horas comenzaría en 180 días.
Así lo adelantó Philippe Mellier, presidente de transporte de la compañía francesa adjudicataria de la obra, en una charla con EL DIA, en la que señaló la convicción de la empresa de que el emprendimiento del gobierno nacional no será postergado y ratificó que gran parte de los trabajos se realizarán en los talleres que la firma posee en La Plata. Pese a la crisis económica, y todavía sin definiciones concretas sobre la financiación de la megaobra que demandará una inversión de unos 4.000 millones de dólares -al momento, una de las más grandes del mundo para la industria ferroviaria-, el máximo responsable de transporte de Alstom no descartó además la idea de avanzar con el proyecto de una segunda línea de alta velocidad, que se abriría paso sobre suelo bonaerense uniendo Constitución y Mar del Plata en algo más de dos horas, y que también involucraría al predio que la empresa tiene en Los Hornos. Así y todo, a los dos complejos rompecabezas que suponen montar corredores como los más modernos de Europa les falta la pieza más difícil. "Resuelto el financiamiento, podemos comenzar muy rápidamente con este proyecto. Estamos listos y ahora sólo dependemos de decisiones políticas", le dijo el ejecutivo francés a este diario.
Y en esa línea destacó la inversión en obras públicas e infraestructura como "un camino seguro para sortear las turbulencias financieras mundiales". Tanto el tren bala como el bautizado "Corredor del Atlántico" -que implicaría viajar a la Costa a unos 320 kms. por hora-, tendrían un fuerte contenido platense. Y es que, aunque con diferencias en cuanto montaje y logística, para los dos proyectos se usarían las instalaciones de calle 131, un predio de 50 mil metros cuadrados en el que se trabajaría en conjunto con la planta de La Rochelle, en el sur de Francia. El adelanto que realizó el responsable del proyecto en esta ciudad -que habló de un plazo de seis meses o de "un año en el peor escenario" para la iniciación de la obra- tiene su correlato en el gobierno nacional, que ocho meses después de haber firmado el contrato con Alstom se muestra lejos de archivar el proyecto. La administración de Cristina Kirchner había sellado en abril un acuerdo con el banco francés Natixis para financiar la obra con un crédito por unos 670 millones de dólares contra garantía de títulos públicos. Y ahora, aunque la crisis mundial trabó el acceso a esa financiación, el Gobierno decidió estirar la vigencia de la oferta de la empresa por 150 días. Si bien aquí no se brindaron precisiones sobre quién podría aportar el financiamiento, lo cierto es que las palabras del presidente de la compañía llegaron apenas 24 horas después del anuncio del gobierno de Sarkozy de destinar 26 mil millones de euros a obras de infraestructura, entre las que se destaca la creación de cuatro nuevas líneas que ampliarán el sistema ferroviario de alta velocidad francés. El anuncio de Sarkozy generó euforia entre empresarios y operadores ferroviarios europeos que el último fin de semana mantuvieron encuentros clave en esta ciudad y en Ginebra para debatir los efectos de la debacle financiera. Entusiasmados por la señal de Francia, los ejecutivos más importantes de la industria coincidieron en que la crisis plantea ahora un "escenario favorable", que abre "nuevas posibilidades de negocios", según las opiniones que pudo recoger este diario. "Los contactos que hemos tenido con diferentes gobiernos del mundo indican que la inversión en infraestructura es la respuesta elegida para generar empleo ante la crisis", dijo a este diario Heriberto Diarte, director manager de transporte para la región Este de Europa de la firma francesa tras el encuentro de la asociación internacional de transportistas urbanos (UITP, por sus siglas en inglés) celebrado en Ginebra. Que los pronósticos optimistas para la industria ferroviaria hayan partido el último fin de semana de Suiza no fue casual. Mientras Ginebra fue el punto de encuentro para operadores y constructores de transporte urbano de todo el mundo, Lausanne, una pequeña ciudad ubicada a 70 kilómetros de la capital suiza y a un paso de Francia por el lago Lemán, mostró al mundo un revolucionario subte. El sistema que se acaba de inaugurar aquí es el M2, un subte automático, sin chofer, que recorre la ciudad de punta a punta en apenas veinte minutos parando en 14 estaciones y atravesando el casco histórico con una diferencia de terreno de 400 metros entre los extremos del recorrido.
De Francia a Los Hornos
-De dos pisos y con capacidad para transportar hasta 509 pasajeros a más de 300 kilómetros por hora. Así serán los ocho trenes "duplex" -tal el nombre con el que se los comercializa en Europa- que se comenzarían a fabricar en La Rochelle, Francia, y que más tarde viajarían a la planta de Los Hornos para su ensamble final, si es que finalmente se consigue el financiamiento para llevar adelante el emprendimiento.
-Serán, por contrato, ocho trenes de 200 metros de largo con ocho vagones, más sus respectivas máquinas o "locomotoras" y un coche-bar para cada uno. Un 65% del proyecto, incluido el mantenimiento del sistema, se haría en la Argentina, lo que generaría -según proyecciones oficiales y privadas- unos 5 mil puestos de trabajo.
-Algunas de las formaciones que se fabrican en el sur de Francia son capaces de superar los 500 kilómetros por hora, una marca que se logró el último fin de semana, aunque el corredor ferroviario que se trazaría entre Buenos Aires, Rosario y Córdoba se montaría para una máxima de 320, la misma velocidad a la que viajan los TGV del sistema francés.
-Con todo, si el tren bala que impulsa el Gobierno encontrara el camino para salir a flote, recién dos años y medio después de la apertura de la obra llegarían los primeros coches a la planta de Los Hornos, confirmaron anoche en Francia fuentes de la compañía adjudicataria.
Fuente: El Dia
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