Una misión de las principales empresas galas le preguntó por el proyecto. Por: Silvia Naishtat
Buenos días pese a que estamos en la Bolsa, bromeó ayer Adelmo Gabbi al recibir a una nutrida delegación de empresarios franceses, algo poco habitual en medio de la crisis que también azota al mundo y justo en un momento en que algunos bonos argentinos caían hasta 14% y el dólar trepaba a 3,31. A esa hora, las palabras parecían sobrar. Pero en uno de los salones de la Bolsa, los hombres de negocio almorzaron imperturbables.
El embajador Frederic Baleine du Laurens rescataba el momento en que llegaba esta delegación de primeras espadas de las compañías francesas. "Nosotros no nos podemos paralizar", dijo. El subsecretario Pyme, Jorge Caradonti se atrevió a reconocer públicamente que ésta "es una coyuntura muy complicada".
Lo cierto es que a la Argentina llegan pocas delegaciones de países centrales. Claro que esta misión fue encabezada por Jean pierre Loubinoux, presidente y gerente general del coloso SNCF international, la empresa de transporte ferroviario de Francia. Y lo hizo acompañado por Thibault Destreact (Alstom) y Gilbert Potie de Natixis, el banco rescatado que busca financiar el proyecto del tren bala.
Apenas aterrizados y con sentido de la oportunidad, los franceses estuvieron con el ministro Julio de Vido.
--'Le preguntaron por el tren bala?, quiso saber Clarín.
--Por supuesto, para nosotros es un proyecto emblemático. El Gobierno argentino toma al tren de alta velocidad como parte de un programa de modernización del sistema ferroviario. Con ese tipo de trenes se impulsa el crecimiento económico y se genera empleo. En Francia, desde que existe el tren de alta velocidad, hace 20 años, hemos transportado 1.300 millones de personas y no hemos sufrido ningún accidente, señaló Loubinoux.
--'Qué les respondió De Vido?
--Que tengamos paciencia.
--'La van a a tener?
--Por supuesto.
La misión estuvo organizada por el Medef, la entidad que cobija a 800.000 empresas francesas de todos los tamaños. Comenzó a planificarse hace seis meses y sólo desertó la titular del Medef atrapada en París por la crisis. Ayer destacaron que Francia es el cuarto inversor en el país y Argentina es a su vez su cuarto socio comercial en América latina.
Du Laurens comentó luego en la mesa principal que en todos sus años de diplomacia nunca había visto una relación de simpatía recíproca como la Cristina Kirchner y Nicolás Sarkozy. "Hay buena química", completó de acuerdo a un testigo.
Las presencias argentinas en la reunión buscaban negocios con sus homólogos franceses. El hermano del gobernador salteño y cercano a la Casa Rosada Rosada, Facundo Urtubey, describió el espectacular crecimiento de la ganadería que en los últimos cinco años multiplicó por siete las existencias en la Provincia. 'Qué pasa con el turismo?, le dispararon. "No se notan las cancelaciones", aseguró. Alberto Fernández Prieto apuntaba que en Puerto Madero los precios no subirán pero tampoco van a bajar.
En otras mesas Saúl Zang, de IRSA, el constructor José Cartellone, Julio Werthein y Beatriz Nofal, deslizaban que Molinos y Edenor tienen todo listo para recomprar sus acciones que hoy están a precio de ganga. Los miraba el flamante presidente de BNP Paribas el italiano Tullio Lanari. Estaban también Gilles González (Accor), Jan Flachet del Grupo Suez, el ex dueño de la estatizada Aguas Argentinas. Sobre el Club de París remarcaron que el posible pago ayudaría a obtener créditos, pero no cargaron las tintas. Por la tarde fueron recibidos en la UIA y hoy se ven con Martín Redrado.
Funete: Clarin
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