EXPECTATIVAS DE FUNCIONARIOS Y EMPRESARIOS VINCULADOS AL POLEMICO PROYECTO
Destrabaría créditos del gobierno francés, con intereses más bajos que los actuales.
La decisión del Gobierno de cancelar la deuda con el Club de París con las reservas del Banco Central promete darle un renovado y significativo impulso al proyecto del tren bala, que se encuentra frenado desde varios meses por problemas de financiamiento.
Con el pago de los US$ 6.706 millones que se habían acumulado con las principales naciones europeas, EE.UU. y Japón; tanto el Estado argentino, como las empresas privadas volverán a tener acceso a las líneas especiales de crédito que otorgan los gobiernos centrales para las obras e inversiones que llevan adelante en el exterior las compañías originarias de de esos países.
Tras el sorpresivo anuncio que puso fin al default con el Club de París, las autoridades del Ministerio de Planificación y los principales grupos empresarios locales coincidieron en señalar que a partir de ahora debería producirse un cambio sustancial en los esquemas y las condiciones de financiación de las grandes obras energéticas y de infraestructura que están en curso y que tienen como protagonistas destacados a firmas europeas.
Dentro del nuevo escenario que se avizora, el tren bala -que fue adjudicado al consorcio Veloxia que lidera la empresa francesa Alstom- ocupa el primer lugar de las obras de inversión donde se podría palpar en el corto plazo un cambio positivo en los costos de financiamiento.
Actualmente, el megaproyecto ferroviario está montado sobre una "atípica ingeniería financiera" que diseñó el banco privado francés Natixis, sobre la base de un crédito a 30 años que tiene como garantía la cesión de títulos públicos.
Desde que fue aprobado en marzo, el esquema de financiamiento registró un marcado incremento en la tasa de interés, la cual pasó del 10 al 18% por la desconfianza que reflejan los mercados externos sobre la situación argentina.
La fuerte suba de la tasa de interés inicial frenó hasta nuevo aviso la colocación de la primera serie de títulos públicos por US$ 670 millones que se había acordado para cancelar el "anticipo de la obra".
Con la normalización de las relaciones con el Club de París, ahora el Gobierno francés quedó habilitado para tener una injerencia más directa en el proyecto.
Según los datos obtenidos por Clarín, el compromiso que asumió el presidente galo Nicolas Sarkozy ante Cristina Kirchner a principios de año consistiría en "reencasillar" casi el 50% del "crédito privado" del Tren Bala dentro de los "préstamos especiales" que pueden dar el Banco Central y la agencia de comercio exterior para financiar los trenes y los equipamientos del corredor de alta velocidad que proveerá el grupo francés Alstom.
Por esta vía, casi US$ 1.700 millones de los US$ 3.900 millones que costará la obra tendrían una asistencia crediticia diferencial y una tasa de interés que -a los valores actuales- oscilaría entre 6 y 8% anual, un nivel impensado hasta el mediodía de ayer cuando el Gobierno abrió la billetera para ponerse al día con los países que integran el Club de París.
Junto con el tren bala -una obra emblemática que la administración kirchnerista quiere llevar adelante a toda costa pensando en las elecciones del próximo año-, otro proyecto ferrovario que está paralizado y que se vería beneficiado por la medida de ayer es el soterramiento de la línea Sarmiento. En este caso, lo que está en juego es una financiación por US$ 1.100 millones que arrimaron la firma italiana Ghella y la local Iecsa, de la mano de los bancos europeos Credit Suisse y DEFPA.
Antonio Rossi
Fuente: Clarin
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