domingo, 3 de febrero de 2013

Las denuncias contra Jaime y Schiavi mataron al Tren del Vino


Fue un proyecto con el que Jaque y los intendentes de Luján, San Martín y Maipú se ilusionaron. Hoy, la gestión Pérez se desentiende. Cuestionan a la Nación.



Entre las desventuras de Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi en la Secretaría de Transporte de la Nación se perdió el Tren del vino, un proyecto público compartido por Luján, Maipú y San Martín. La Nación aseguró que lo financiaría, los intendentes lo militaron en todos los espacios que tenían y el gobernador Celso Jaque lo prometió cada vez que pudo en público. Pero entre las denuncias de corrupción y los problemas del sistema ferroviario del Gran Buenos Aires, sucumbió el Tren del vino.

El emprendimiento mendocino no pudo zafar de las esquirlas que minaron las gestiones de Jaime y Schiavi, quien antes de ser secretario de Transporte se desempeñó al frente de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (ADIF), es decir, fue el interlocutor de la gestiones por el Tren del vino desde la concepción del proyecto.

El intendente de San Martín, Jorge Giménez, blanqueó la situación sin rodeos: "Los municipios hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance pero, sin la inversión de la Nación y el impulso de la provincia, el proyecto perdió la prioridad". Adolfo Bermejo, ex intendente de Maipú y actual senador nacional, corroboró que "le faltó impulso nacional para terminar de concretarse". La misma idea expresó Omar Parisi, ex intendente de Luján e impulsor ferviente del proyecto hasta sus últimos días en la comuna, en diciembre de 2011.

En la provincia, la secretaría de Transporte, que comanda Diego Martínez Palau, se sacó el problema de encima y derivó la responsabilidad de impulsar el proyecto al Ministerio de Turismo, aunque el Tren del vino fue "prioritario" para la cartera de Infraestructura (que manejaba el Transporte antes de que se creara la Secretaría, en diciembre de 2011), que comandaba el gobernador Francisco Pérez cuando era ministro de la gestión de Jaque. El mandatario provincial siguió mencionando el proyecto ferroviario de San Martín, Maipú y Luján entre las realizaciones que se propone concretar en su gestión. "Ésa es la única señal que tenemos para no perder la esperanza", alentó Giménez.

El proyecto venía gestándose desde 2007, cuando los intendentes de los tres departamentos: Parisi, de Luján; Giménez, de San Martín y Alejandro Bermejo, de Maipú, le dieron el visto bueno con la idea de reactivar el turismo en la zona y usarlo también como transporte de carga. "La idea es que el tren pase por los tres departamentos y se suban, especialmente, turistas para recorrer bodegas y demás atractivos de la zona", explicó en su momento Parisi.

El proyecto contempla que formaciones ferroviarias recorran viñedos con conexiones turísticas con las bodegas. La idea se complementaba con una ciclovía desde Agrelo al centro de Luján, para explotar el turismo en bicicletas por entre los viñedos (muy atractivo para los extranjeros) y volver en tren.

No obstante, el proyecto del Tren del Vino no estaba concebido meramente como atracción turística sino que, en el imaginario de los intendentes, era clave para vincular la zona productiva de los tres departamentos, ya que se trataba de un transporte de cargas y de pasajeros. La veta de transportar cargas en un convoy en el núcleo de la producción de uva del oasis Norte de la provincia, entusiasmaba a los intendentes.

Perdió fuerza en el camino

En noviembre de 2007, Parisi, Bermejo y Giménez se reunieron en la Casa Rosada con los subsecretarios de Economía, Oscar Tangelson y de Transporte, Ricardo Jaime, y de ese cónclave salió un gran anuncio: en 2008 el tren del vino estaría surcando los departamentos mendocinos.

En julio de 2008, Jaque y el ministro de Infraestructura, Francisco Pérez, se reunieron con el director Nacional de Transporte Ferroviario, Juan Roccatagliata, quien profetizó: "En un año el Tren del Vino estará funcionando". En 2010 la misma escena se repitió con funcionarios municipales, provinciales y nacionales.

En medio de ese derrotero, la Nación otorgó el financiamiento a los municipios para estudiar no sólo la construcción del tren sino también la creación del Instituto de Desarrollo Regional del Turismo del Vino. Los fondos serían girados por el BID como parte del plan Enoturismo en la Microrregión Centro de Mendoza, según fue anunciado en el Primer Foro Internacional Vitivinícola.

Lo último que se pierde

La tríada Parisi, Giménez, Bermejo (esta vez Alejandro, sucesor de su hermano en la Intendencia de Maipú) volvió a entusiasmarse con el compromiso de la Secretaría de Transporte para financiar el proyecto en 2011, asumido por el propio Schiavi en Mendoza.

Sin embargo lo que estaba a la vuelta de la esquina eran las denuncias y contradenuncias de corrupción que apuntaron a Ricardo Jaime y después contra Schiavi, quienes tuvieron que dejar cada uno a su turno la Secretaría de Transportes de la Nación, llevándose puesto el ambicioso proyecto ferroviario.

"¿El tren de qué?", preguntaron sorprendidos muchos de los entonces protagonistas ante la consulta de este diario. Adolfo Bermejo se mostró más entusiasmado y optimista, en cambio, con la puesta en marcha de un emprendimiento privado que prevé un tren turístico que pasará a 5 kilómetros de distancia del recorrido del Tren del Vino, pero sólo incluye a Luján y Maipú.


Para Giménez, "los municipios hicimos el trabajo técnico y los relevamientos, pero lo más importante y costoso es el cambio de las vías y sin el apoyo y la inversión de la Nación es imposible".

Para reparación de rieles y obras complementarias se necesitaban $ 8 millones que al principio habían comprometido los gobiernos provinciales y el nacional.

En la Secretaría de Transporte no se mostraron acoplados al proyecto. "Será Turismo el que está interesado. Nosotros no tenemos que ver con ese proyecto", señalaron voceros de la repartición al ser consultados por los avances.

Fuente: Los Andes

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