sábado, 11 de agosto de 2012

El ferroviario que no se subía a los trenes


Se duerme. El primer día de la audiencia el intrincado lenguaje judicial lo llevó al sopor; primero dio varios cabezazos hasta que finalmente se quedó dormido. Me faltó agregar un detalle: están por condenarlo por sus vínculos con un asesinato . Pero se duerme igual. Cuando se despertó se restregó los ojos y miró a cada uno de los asistentes al juicio como si los viera por primera vez, después se despidió de sus familiares poniendo los dedos en “V”. El segundo día, mientras se exhibían videos de la Policía Federal volvió a dormirse. El filme era en blanco y negro y sin sonido, la sala estaba a oscuras y en silencio, y Pedraza entró otra vez en el territorio del sueño. Diego Rojas, quizás el periodista que mejor conoce el caso –autor de “¿Quién mató a Mariano Ferreyra?”– tampoco se explica por qué se duerme: “No sé si toma calmantes –le dijo a Clarín–, pero son sesiones de diez horas y él es un señor grande. Y pasó de vivir en un departamento de un millón de dólares en Puerto Madero a la cárcel , que aunque es una celda de lujo en Ezeiza está muy lejos de su estilo de vida. Cuando lo entrevisté las manos le temblaban”.

“Vivo de lo que gana mi esposa”, declaró alguna vez Pedraza: su segunda mujer, Graciela Isabel Coria, es contadora y fue presidente del Belgrano Cargas . Actualmente maneja SOESA (Sociedad Operadora de Emergencia SA), que depende del ferrocarril. La pareja tiene un departamento en Azucena Villaflor al 700, Torre El Faro, valuado en poco más de un millón de dólares. Antes vivían en su casa de Villa Sarmiento, Haedo , valuada en unos 700.000 dólares.

Pero el costado inmobiliario de esta historia es el más pequeño: en esta historia hay muertos, negocios poco claros y horas de conversaciones telefónicas, a veces triviales y otras clave, que fueron marcando el avance de una causa que nadie sabe cómo terminará pero que, como se ve, a Pedraza no le quita el sueño .

“¿Qué pasó ahora?”, le preguntó su hija a Pedraza, según reveló Omar Lavieri en este diario en marzo de 2011. “Que mañana me tengo que ir a Mar del Plata en tren (…) Después de 25 años de no subir a un tren ”. “¿Qué, les tenés fobia o algo así?”. “No”, le dijo a su hija el representante de la Unión Ferroviaria sobre los trenes. No les tiene fobia. Sólo que hacía 25 años que no los frecuentaba.

Pero no viajó . Horas más tarde lo detuvieron acusado de instigar el crimen de Ferreyra.

Pedraza fue cafierista en la interna de octubre del 89, como Kirchner . Al igual que Néstor, se alineó después con Menem. El ferroviario llego al menemismo de la mano de Oscar Valdovinos, un abogado laboralista compañero de militancia del PC, amigo del Che Guevara y representante legal de la Unión Ferroviaria.

“Pedraza es un traidor de clase de aquellos –le dice a este diario Norberto Rosendo, presidente de la Comisión Nacional Salvemos al Tren–. Pasó del Partido Comunista a la más extrema derecha y jodió a todo el mundo. En la época menemista, cuando se hizo cargo del Belgrano, el ferrocarril tenía 10.000 vagones, ahora no llegan a mil . Vació, vendió y robó todo. Y lo que no robaron lo destruyeron”.

En 1990 fue nombrado por Menem en una gerencia de la entonces estatal Ferrocarriles Argentinos; cuando el servicio se privatizó, Pedraza colocó a varios de sus allegados en directorios de las empresas privadas de trenes . Fue luego Pedraza quien firmó con el Banco Mundial un acta-acuerdo para financiar los retiros voluntarios: de los 114.000 ferroviarios quedaron 14.000 y una red devastada.

Recuerda un miembro de la Comisión Bicameral que privatizó el Belgrano Cargas que Pedraza llegó con una propuesta: dijo que tenía relaciones con la empresa ferroviaria norteamericana Burlington Northern , que podría actuar como operadora, y pidió que le dieran la adjudicación por contratación directa, sin licitación, a su sindicato, dándole también participación a La Fraternidad, el gremio de los maquinistas.

“El proyecto debe ser rentable para funcionar -dijo entonces Pedraza ante los legisladores-. Si hay que clausurar ramales se los debe clausurar, si hay que despedir a la mitad, hay que hacerlo también . Los talleres tienen que ser competitivos porque si no les van a comprar a otros”.

“¿Tiene buen diálogo con el ministro Cavallo?”, le preguntaron. “ Excelente . Sin su colaboración no hubiéramos logrado muchas de las cosas que logramos”.

En 1993 Menem le entregó a su gremio la concesión del Belgrano Cargas: el 99% de las acciones.

En 2001 fue parte de la CGT de Daer, y en 2002 estuvo presente en la asunción del gabinete de Duhalde, quien sancionó la ley de emergencia ferroviaria, congeló las tarifas y pasó al Estado la responsabilidad por las inversiones privadas incumplidas . Fue Pedraza –en realidad, aún lo es– un hombre K: el todavía secretario de Cultura de la CGT mantuvo una estrecha relación con Jaime y con De Vido , y en 2006 participó de las reuniones en la Casa Rosada para reprivatizar el Belgrano Cargas sentado junto a Kirchner, Franco Macri, Aldo Roggio y Gabriel Benjamín Romero. Ese mismo año, la Justicia le dictó un embargo por 50 millones de pesos: había obligado, sin consulta previa alguna, a pagar a los obreros ferroviarios un descuento compulsivo de diez pesos de cada salario para otorgarles “servicios funerarios”.

Treinta y cuatro millones de aquella suma nunca aparecieron .

“¡Mi querido! –lo saludó el ministro de Trabajo Tomada en una conversación que consta en el expediente judicial y que fue publicada por Rojas en plazademayo.com– ¡La mejor defensa es un buen ataque!

” Hay quienes dicen que la relación entre Tomada y Pedraza es política y también societaria: diversas fuentes juran que ambos son parte de una sociedad ligada a las cooperativas que operan con tercerizados en el Roca y el Belgrano Cargas.

Noemí Rial, segunda de Tomada en el ministerio, fue abogada de Pedraza hasta que llegó a la función pública . También lo era el propio Tomada, aunque su relación continúa a través de Carlos Luis Robinson Marín, su socio en el estudio jurídico.

-“¿Hola, Norma, cómo estás?”, pregunta Pedraza en otra conversación.

-“Bien, todo bien, pero estoy leyendo que la Gendarmería estuvo ahí.

¿Están llevándose cosas?

”. Pedraza lo confirma.

-“¿Levantaron un acta, no? De todo lo que se llevaron..” -“Sí, sí. Allanaron mi casa, están allanando la de Fernández...” -“ A la miércoles (…) llamame a casa cualquier cosa que necesites, José”.

En esta historia también hay un ex juez –Aráoz de Lamadrid– y una coima a la Cámara de Casación que no llegó a destino, y hay alguien que disparó después de sacarse fotos con Boudou y Sandra Russo en una peña partidaria. Y por sobre todas las cosas hay un muerto que tenía 23 años .

“En agosto del año pasado tuve un sueño”, dice El Be, un amigo y compañero de militancia de Mariano Ferreyra. “Soñé que Mariano se moría de una forma extraña , y al lado mío. Al otro día se lo conté. No le conté, por vergüenza quizás, que yo lo abrazaba y lloraba. Fue un sueño que no tenía ningún sentido. Che, boludo, el otro día soñé que te morías, le dije. Y nos reímos.

Cuando a Mariano lo mataron pasé días y días esperando despertar ”.

Jorge Lanata

Fuente: Clarin

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