miércoles, 20 de junio de 2012

127 millones, más 67 millones, más 10 millones

127 más 67 más 10: son 204 millones de pesos gastados, por los que nadie da respuesta. Diego Marconetti. En la previa a las elecciones legislativas de mediados de 2009, el entonces secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, aprobó a la empresa Ferrocentral un presupuesto de 270 millones de pesos para la ejecución de los trabajos de recuperación de las vías entre Córdoba y Cosquín. No hubo llamado a licitación ni siquiera un concurso de precios; sólo bastaron tres resoluciones con su firma. De esos 270 millones, Ferrocentral –concesionaria del servicio– ya recibió el 47 por ciento por ejecución de trabajos para un tren que desde marzo no llega a Cosquín, sino hasta Casa Bamba, varios kilómetros antes. Y que jamás se planeó como un sistema interurbano que fuera una opción para potenciales usuarios. Dentro de ese 47 por ciento (127,4 millones de pesos), también se llevan destinados 37,3 millones para la recuperación del ramal que une las estaciones Mitre y Alta Córdoba, en la Capital provincial. Esa iba 
a ser la primera etapa del Ferrourbano, un tren urbano del que nunca se conoció ni un solo estudio de oferta y demanda que fundamentara tal erogación de fondos estatales. Jaime también decidió por su cuenta gastar 10 millones de pesos en la Estación Belgrano. Nuevamente sin licitación, se contrató a Roggio para los trabajos. Pese a lo que se gastó, jamás se terminó de abrir a la comunidad. Desde 2008, la Nación le lleva girados a Ferrocentral 67,5 millones de pesos en subsidios. La firma dice que en el Tren de las Sierras se llevan transportados más de dos millones de usuarios, más de 1.300 por día. Sin embargo, los coches viajan casi siempre vacíos. La cuenta es simple: 127 más 67 más 10: son 204 millones de pesos gastados, por los que nadie da respuesta. Fuente: La Voz del interior

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