Cientos de pasajeros forman largas colas para poder subir a un colectivo en las terminales de Constitución, Once y Retiro. La medida comenzó ayer al mediodía y se extenderá hasta esta noche. Afectará a unos 900.000 usuarios.
Cientos de personas formaban esta mañana largas colas para tomar colectivos en las terminales ferroviarias de Plaza Constitución, Once y Retiro, a raíz del paro de 36 horas de los trabajadores del subte y el premetro, que comenzó ayer al mediodía y continuará todo el día de hoy.
La medida de fuerza era hoy adoptada por los empleados nucleados en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y el Premetro (AGTSyP) y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que reclaman aumentos salariales.
Anoche fracasó una reunión en Trabajo, con la presencia del ministro Carlos Tomada, que finalizó antes de medianoche.
“No hubo avances, Metrovías no tiene voluntad de solución y sigue el paro”, dijeron los metrodelegados a Clarín .
Se abrió un cuarto intermedio a la espera de un nuevo llamado de Trabajo.
Los delegados gremiales exigen un aumento salarial de 28 por ciento, elevar el concepto que perciben por antigüedad del 1,3 a 2 por ciento e inversiones en el transporte, a raíz de su deterioro de las unidades en circulación.
Ayer, unas 500.000 personas se quedaron sin servicio y tuvieron que buscar otros transportes. Así, las calles porteñas y los accesos a la Ciudad fueron un caos. Hoy el panorama promete ser aún peor, porque la huelga durará todo el día y afectará a 900.000 pasajeros.
Se trata de una huelga por subas salariales pero con fuerte tinte político, por la pelea entre Nación y la Ciudad por el traspaso de la red.
Los delegados de la AGTSyP volvieron a culpar al jefe de Gobierno Mauricio Macri. “La administración del subte está en manos del irresponsable del titular de Subterráneos de Buenos Aires, Juan Pablo Piccardo, y del irresponsable de Macri”, disparó Roberto Pianelli, secretario general de la agrupación. Su adjunto, Néstor Segovia, también acusó a la concesionaria Metrovías: “Hace cuatro meses que no hay mantenimiento, hace un mes sufrimos la muerte de un compañero”, aseguró.
Los delegados reclaman un aumento del 28% más un plus por antigüedad de entre 1,3% y 2%. Pero la discusión no avanzó porque se mezcló con el traspaso de la Nación a la Ciudad. En años anteriores, Metrovías terminaba acordando subas salariales porque las cubría con los subsidios que le pagaba el Gobierno nacional, pero ahora la concesionaria afirma que no está claro cuál de los dos Estados se hará cargo de ese monto.
Ayer la empresa volvió a asegurar que participaron “de todas las reuniones convocadas por el Ministerio de Trabajo” donde explicaron “la compleja situación económico-financiera” que atraviesan. Según indicaron, la suba del 127% de la tarifa que aprobó el Gobierno porteño en enero y la llevó a $ 2,50 produjo una caída del 20% en la cantidad de pasajeros, y además la parte de subsidios que entregaba la Nación fueron depositados en una cuenta a la que no tienen acceso. Así, sostienen que no puede asumir nuevos costos.
La Nación asegura que la Ciudad debe hacerse cargo de cubrir esos aumentos. El ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, acusó a Macri de “borrarse” de su responsabilidad, y denunció que Metrovías “amenazó a los usuarios”, porque en una nota enviada a la Ciudad advirtió que corre riesgo la continuidad del servicio. Además, acusó al Grupo Roggio, propietario de la concesionaria, de no querer resolver el problema cuando “el Estado nacional le paga a razón de $ 200 millones por mes por distintas concesiones”.
En la misma conferencia el secretario de Transporte Alejandro Ramos aseguró que “la Ciudad es dueña de los subtes desde 1979, lo que se transfirió con la privatización fue sólo la operación, hasta que Macri aceptó hacerse cargo de la potestad tarifaria y de control del subte con el acta que firmó en enero”. Pero en el Gobierno porteño no se mueven de su postura. Juan Pablo Piccardo le aseguró a Clarín: “La paritaria la tienen que resolver los trabajadores con Metrovías, y si la empresa necesita recursos se los tiene que pedir a quien le firmó el contrato de concesión, que fue la Nación.
Ese contrato nunca fue transferido a la Ciudad, por lo tanto el Gobierno nacional no puede eludir su responsabilidad”.
Fuente: Clarin
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