El Tren Patagónico descarriló a seis kilómetros de Pilcaniyeu. Afortunadamente no hubo heridos. El servicio había partido el viernes de Viedma y debía llegar a Bariloche al mediodía. El lector Mario Puñalef envió las fotografías e información. Días atrás, el titular de Tren Patagónico, brindó una conferencia de prensa en la que dijo que el tren "está atado con alambres".
El Tren Patagónico descarriló 6 kilómetros antes de Pilcaniyeu. Afortunadamente no hubo heridos porque según informaron sólo descarriló la máquina y el primer vagón, que llevaba autos. Recorrió aproximadamente 100 metros antes de detenerse, tras salirse de las vías.
Este accidente ocurrió poco antes de las 13 y llevaba 7 vagones de pasajeros, uno de carga, dos máquinas y un vagón de autos.
En la semana, el Presidente de la empresa estatal Tren Patagónico, presentó a la prensa un informe detallando la situación actual y la falta de mantenimiento en toda la estructura ferroviaria. Habló de los hechos de vandalismo y saqueo que encubren una política de privatización de sectores que estuvieron vinculados al tren. “En estas 5 semanas he viajado cuatro veces desde Viedma a San Carlos de Bariloche y hemos tenido diversas dificultades y problemas durante esos viajes que nada tienen que ver con lo que salía en la prensa antes de asumir, donde hablaban de un tren de fantasía, un tren que no existe”, dijo en la conferencia de prensa, Vaca Narvaja.
En la exposición, el titular de la empresa estuvo acompañado por el Legislador Pedro Pesatti; el intendente de Ramos Mexía, Javier Giménez; el vicepresidente de Tren Patagónico, Pedro Martínez; el Gerente General, Pablo García; el jefe de Trasporte, Logística y Comercial, Antonio Larricchiuta; el jefe de Mecánica e Infraestructura, Carlos Fernández; el jefe de Recursos Humanos , Emir Martin, y la Coordinadora de Administración y Finanzas, Nancy Pico.
En este marco, el funcionario sostuvo que “el Tren Patagónico hoy está muy lejos de ser aquel tren del 11 de marzo de 1993, donde la Provincia se hacia cargo del tren durante la década de las privatizaciones, está muy lejos de ese tren Arrayanes que transitaba a Buenos Aires, está muy lejos de ese tren con las normas ISO que eran orgullo para la Provincia de Río Negro”.
“Tenemos un Tren Patagónico atado con alambres” sentenció, al mismo tiempo expuso que “en mi penúltimo viaje, el tren tuvo un principio de incendio en el motor del vagón comedor en la estación de San Antonio, lo apagamos, lo acoplamos a otro vagón para proveer electricidad y seguimos viaje. En Jacobacci se rompió el circuito de agua de la locomotora 9070, una de las locomotoras insignia de la empresa, sacamos el repuesto y nos encontramos con que en el taller de Jacobacci, una ciudad ferroviaria, no teníamos soldadora, buscamos en talleres mecánicos, no encontramos porque eran eléctricas y esto es hierro fundido y en el único lugar donde había una soldadora no teníamos el centinela para hacerlo; seguimos viaje con el famoso fastik y poxipol, que con la alta temperatura nos alcanzó para llegar hasta Comallo porque reventó, ahí usamos cámara de auto, alambre de fardo, dos vueltas y así llegamos a Bariloche. Esa es la situación del tren y de la locomotora de Tren Patagónico”.
“Estamos pagando el costo de una empresa desfinanciada, que no ha hecho las inversiones necesarias y no ha cuidado su parque de 11 locomotoras y 33 vagones, que en 1993 le fue remitido desde Nación a la entonces Sefepa” aclaró.
El titular de la firma ferroviaria estatal aseguró que “hoy tenemos un tren donde hubo no sólo una política de desinversión y mal gasto de los recursos del Estado, sino que además hay una política vinculada a privatizar, a separar el tren de cargas que es lo rentable, del tren de pasajeros que es una herramienta de integración, no sólo territorial, geográfica, política sino fundamentalmente social y de producción”.
“La consigna que tenemos es recuperar el rol del tren como un factor social y de producción para la Provincia. Aquellos que creen todavía que se puede privatizar un área de Tren Patagónico van a fracasar” agregó.
En referencia a los daños, detalló “estamos pisando algunos negocios y nos estamos encontrando con algunos fenómenos extraños como el incendio de dos vagones que se lo atribuyen a una travesura de chicos. Un vagón de esos está por encima de los 800 mil dólares el costo; un cigarrillo no incendia un vagón; y niños traviesos no pueden sacar los cables de alta de las locomotoras fácilmente, cada uno de esos cables tiene un costo de 60 mil dólares y 220 días para poder recuperarlo importándolo de Estados Unidos; es decir, hay una política que está molestando, hay algunos nidos de corrupción de venta de repuestos, estamos molestando a algún sector que estaba acostumbrado a lucrar con el Tren Patagónico”.
Vaca Narvaja declaró que “lo que está pasando dentro de Tren Patagónico está pasando en la Provincia, está ocurriendo este fenómeno en distintos organismos y ministerios. Nosotros queríamos deslindar estas responsabilidades y plantear que eso no es una travesura de niños, hay una serie de hechos bastante extraños que están ocurriendo y que buscan parar un tren que no se va a parar”.
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