La Agencia Informativa Católica Argentina (AICA) se hizo eco de la manifestación del Obispo Emérito de Puerto Iguazú, Monseñor Joaquín Piña, quien salió en defensa de quienes utilizan El Gran Capitán, conocido como el “Tren de los Pobres” y pidió a las autoridades, incluida la presidenta Cristina Fernández, que “ante la presión sindical y las multinacionales, seamos solidarios” y exigió la normalización de este servicio que “corre con desventajas y sin subsidios ante los poderosos”.
La carta del prelado coincide, además, con la movilización convocada para mañana, a las 19.30, en la estación Federico Lacroze, para reclamar la reanudación del servicio del Gran Capitán, las fuentes de trabajo de los ferroviarios y denunciar el "triángulo de corrupción" que toma de rehenes a trabajadores y usuarios. Mons. Piña criticó que "ya sea una escena repetida que justo cuando más se va a necesitar del tren para el reencuentro de las familias del litoral y del Paraguay, surjan inconvenientes con las cargas, descarrilamientos y otros conflictos que terminan dejando a niños, mujeres y ancianos bajo el calor abrasador de la Mesopotamia, sin agua, comida y comunicaciones". El Gran Capitán cubrió durante 8 años el recorrido entre Federico Lacroze, en el barrio porteño de Chacarita, con la ciudad de Posadas, Misiones. [b]Texto de la carta[/b] "Desde algunos años, hemos venido realizando diferentes reclamos para la normalización de los servicios del ferrocarril El Gran Capitán, por nosotros conocido como "El Tren de los Pobres". "Este servicio de gran calidad solidaria y humana ha servido de auxilio a muchos de nuestros hermanos en situación difícil, tanto para ir, como para venir desde Buenos Aires, donde pareciera se encuentra la solución a muchos de nuestros problemas. Además, hemos conocido en la oportunidad de viajar en este servicio, lo importante que es el ferrocarril social para la vida y recuperación de cientos de pueblos que habían quedado olvidados y condenados a la emigración después del cierre de ramales y la privatización en los ’90. "Otro aspecto importante para la integración de nuestros pueblos radica en que este ferrocarril traslada a miles de paraguayos que, a veces, tienen este servicio como única vía de comunicación y reencuentro con sus familiares. Esto hace que "El Tren de los Pobres" tenga un carácter social que va mucho más allá de un servicio común de pasajeros. "Ya es una escena repetida que justo cuando más se va a necesitar del tren para el reencuentro de las familias del litoral y el Paraguay, surjan los inconvenientes con las cargas, descarrilamientos y otros conflictos que terminan dejando a niños, mujeres y ancianos bajo el calor abrasador de la Mesopotamia, sin agua, comida y comunicaciones. "Es por ello que solicitamos a las autoridades y la comunidad en general, que ante la presión sindical y las multinacionales, seamos solidarios con ‘El Tren de los Pobres’ que corre con desventajas y sin subsidios ante los poderosos".
Fuente: bassoenlared
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