Vecinos autoconvocados que se oponen al proyecto oficial de construcción de bajo vías sobre la calle Espora, en Bernal, expusieron ayer diversas razones por las cuales consideran a la obra como “una aberración” debido a que aseguraron que afectará servicios como el agua potable, aislará barrios, afectará las comunicaciones y generará serios inconvenientes en el tránsito vehicular.
Mientras que desde la comuna insisten en que el inicio de los trabajos para la construcción del paso bajo nivel en Espora es “inminente” y señalaron que “el proyecto y la obra siguen en pie y en curso”, los vecinos opositores a la iniciativa mantuvieron ayer una reunión, en la Defensoría del Pueblo de Quilmes, donde indicaron que la obra no cuenta con la aprobación de los estudios de impacto ambiental por lo que procederán a iniciar una causa judicial para frenar el proyecto.
“Es una aberración, ya que el único motivo que lleva a realizar la obra sobre Espora son intereses económicos. Si no fuese porque la obra que piensan hacer cuesta 30 millones de dólares contra los 5 millones que saldría hacer la obra en Plaza Suiza, lo más correcto sería hacer el paso bajo vías en el lugar que nosotros venimos proponiendo desde hace años”, indicó Elido Scián, vecino e ingeniero, representante del grupo de autoconvocados opositores.
“Fuera de la ley”
Según indicó Scián, uno de los principales oradores del encuentro de ayer, “la obra con la que insiste el municipio está por fuera de la ley. Esa es nuestra principal razón como para frenar judicialmente el proyecto. Desde la comuna insisten en no abrir el diálogo, no brindarnos respuestas e información, dicen que está todo listo para iniciar con las tareas, pero si no tienen la aprobación de impacto ambiental no van a poder hacer nada”.
Entre las principales dificultades y limitaciones que implicaría la construcción del paso bajo nivel en Bernal, Scián destacó: “En primer lugar el problema que generaría a la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), que se encuentra en la zona, ya que con el paso bajo vías alterarían las bombas de agua, los transformadores, todo el funcionamiento de la planta y, por ende, el servicio que se presta en la zona”.
“En segundo lugar -agregó- todo lo referente a lo que es el acceso a la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y al ex Chaparral. Desconocen, no tienen idea como manejar la circulación de los chicos, por dónde pueden cruzar. Sería una zona de constantes accidentes. Tercero, todo el barrio de Villa Crámer quedaría aislado, porque se le afectarían los accesos. Los vecinos deberían hacer un rodeo de varias cuadras para poder regresar a sus hogares. Además, tal como lo presentaron, por el túnel que planifican a siete metros de profundidad, sólo circularía el 30 por ciento del total, por lo que estarían haciendo una obra millonaria, sobrevaluada y que no sirve”.
Fuente: Diario Popular
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