Hasta junio pasado, en Alta Córdoba se respiraban aires de esperanza: tras varios años de lucha, se recuperaba la Estación Belgrano, se ponía en marcha el ferrourbano y se anunciaba una serie de obras que prometía modernizar el barrio.
Ese torbellino tenía un factor común: la Secretaría de Transporte de la Nación y su entonces titular, el cordobés Ricardo Jaime. También el alineamiento incondicional del intendente, Daniel Giacomino.
El 18 de junio pasado, en el ostentoso acto de inauguración de la estación y del ferrourbano, Jaime anunció que “en los próximos días se realizarán las concesiones” para explotar el bar de la planta alta y los locales comerciales ubicados en las alas del edificio. Pero pasaron las elecciones nacionales, Jaime abandonó su cargo en Transporte en medio de escandalosas denuncias y las obras para Alta Córdoba quedaron en el freezer. Pasaron los días, las semanas y los meses, y la estación del ferrocarril Belgrano está casi tan inactiva como en sus años de abandono, pese a los 10 millones de pesos que se invirtieron para recuperarla y a las promesas de convertirla en un punto de encuentro en la zona. No se avanzó en las concesiones de los espacios comerciales como los locales de planta baja o el bar del primer piso. Tampoco se inauguró la prometida oficina municipal en la que los contribuyentes podrían realizar sus trámites.
La segunda etapa de la recuperación del histórico edificio también quedó en el olvido: no se terminó de reacondicionar el primer piso ni se habilitaron los salones de usos múltiples para actividades culturales. Por el contrario, la estación ya perdió gran parte de su iluminación, y quedó con un paisaje tenebroso. La única actividad que presenta es la salida y llegada de las dos frecuencias diarias del ferrourbano. Este diario pidió precisiones a la Secretaría de Transporte de la Nación sobre el futuro de la estación, pero hasta el cierre de esta edición no se dieron respuestas concretas.
La Estación Belgrano no está sola en el listado de promesas incumplidas para Alta Córdoba. En el mismo predio se puede apreciar un enorme cartel anunciando la construcción de dos viaductos: uno en calle Jujuy y otro en General Paz. La obra fue prometida por Jaime en febrero pasado, con estas declaraciones: “Hay que integrar estos terrenos a la trama urbana con la apertura de calles y viaductos. Que la gente sienta que es un beneficio directo”. Después de 10 meses, en Alta Córdoba no se movió ni un metro cúbico de tierra para la obra, pese a que el recientemente renunciante secretario de Obras Públicas municipal, Simón Dasenchich, ratificó la obra. Peor fue lo sucedido en los pasos a nivel anunciados y construidos en dos sectores de avenida Las Malvinas: se terminaron hace meses pero jamás los habilitaron. El ferrourbano, por otra parte, sigue desde junio circulando de manera “experimental”, con sólo dos frecuencias diarias que comunican Alta Córdoba con Rodríguez del Busto, y en las que no viajan más que los guardas y el chofer. Desde Transporte de la Nación ratifican una y otra vez su continuidad, pero las obras avanzan lentamente: recién ahora se puede apreciar la construcción de las estaciones intermedias. No obstante, hay muchísimas dudas sobre si finalmente llegará hasta la Estación Mitre en marzo, tal como se anunció, y por cuánto tiempo más la Nación sostendrá un medio de transporte que hasta ahora se muestra inútil.
Fuente: La Voz del Interior
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