Los camioneros exigieron que la producción pampeana le de trabajo a los pampeanos y obtuvieron un pequeño éxito.
Un grupo de transportistas pampeanos interrumpió la carga de 1.200 toneladas de girasol en un tren que la firma Lartirigoyen y Compañía contrató para su transporte.
Los camioneros obligaron a parar los equipos y tras una negociación con los responsables de la firma, lograron que la mitad del girasol acopiado se les asignara. Por un viaje a General Pico, los camioneros pedían 40 pesos por tonelada, pero cerraron en 35 pesos.
Lo sucedido ayer en la Estación de Cargas del ferrocarril -ubicada al este de la ciudad- es otra faceta de la crisis económica que atraviesa el país, de las consecuencias de la sequía, y también de una pulseada entre dos sistemas de transporte que compiten en el mismo rubro.
Aunque para muchos el regreso del tren sea una buena noticia, para los transportistas pampeanos no. Cada vez que una formación ingresa a la ciudad, o bien cruza el casco urbano rumbo a Toay, para el transporte de cargas por camión significa perder la posibilidad de muchos viajes hacia los puertos para llevar la producción de la provincia.
Eso fue lo que ocurrió ayer a la siesta. La formación ferroviaria llegó a la Estación de Cargas y de inmediato los empleados de la firma cerealera comenzaron a llenar los vagones con el girasol almacenado en los silos.
Ante la novedad, unos 20 camioneros concurrieron al lugar, con la idea de atravesar sus vehículos en las vías para evitar que la formación saliera de la ciudad. Los empresarios abandonaron rápidamente la idea al percatarse de que se exponían a una situación judicial por obstruir esa vía de comunicación.
Por ello, cambiaron de estrategia y resolvieron hablar con el "plantero" -encargado de la planta de acopio de cereales- para reclamarle que cesara con la carga. Esta persona se comunicó con sus empleados y estos decidieron acceder al pedido y abrir una negociación con los camioneros.
Extraido del Foto de Haciendovia
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