La finalización de un tramo de sólo 4 kilómetros de camino, se convierte en una necesidad imperiosa para que la zona de Cacheuta no quede aislada. A pesar de los compromisos asumidos por los gobiernos, lo cierto es que la respuesta siempre se aplaza. Es de esperar que se encare su construcción de una vez por todas.
Años atrás, cuando aún la ruta internacional a Chile, en el tramo comprendido entre Luján y Potrerillos, aún no se había concretado, existía una importante e incipiente actividad turística y comercial en la zona de Cacheuta. Se habían instalado allí paradores, restaurantes y pequeños emprendimientos de atención al turista, mientras muchos de los habitantes de la zona cubrían sus necesidades diarias con la venta de artesanías.
Sin embargo, con la apertura del nuevo corredor internacional y con la construcción del dique Potrerillos, los residentes del lugar -se habla de unas 3 mil personas- quedaron prácticamente aislados, como consecuencia de los problemas que se han presentado en sólo 4 kilómetros -de un total de 17- que tiene la antigua ruta que une a Cacheuta con el camino que rodea el perilago.
Se trata de una situación que tiene su historia. Hace dos años, el ex gobernador y actual vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, anunció que en 2007 se iba a poder utilizar la traza completa de la ruta, pero todo quedó en un anuncio.
Más aún, estudios posteriores realizados por la actual gestión de gobierno, han determinado que la construcción y habilitación demorará, por lo menos, un año más, “siempre y cuando se superen los inconvenientes técnicos”.
En su momento, se indicó que los problemas se planteaban porque se trata de una traza muy difícil, en la montaña, con dos obras significativas, como la construcción de un puente sobre el río seco Cacheuta y un túnel de 250 metros de extensión, agregando que en las tareas la empresa encargada de la obra se encontró con rocas de fácil desmoronamiento, lo que determinaría la necesidad de refuncionalizar el proyecto original.
El actual titular de la Dirección Provincial de Vialidad señaló que, si logran salvar esos problemas, la obra podría retomarse en marzo y, a partir de allí, un año de trabajo para dejar listo el nuevo camino.
También destacó que están analizando las propuestas, porque existe una diferencia de costos, ya que el movimiento de suelo por máquinas cuesta 10 pesos el metro cúbico y por voladura 30 pesos. Debe consignarse que el presupuesto oficial del tramo era de 43.500.000 pesos y restará establecer a cuánto llegará la diferencia.
Otro de los puntos a discutir con la empresa está relacionado con la variación de la traza, porque una de las posibilidades sería obviar el túnel previsto, a lo que se suma la discusión por la traza del tren trasandino, las líneas de media tensión de energía y el acueducto de Potrerillos.
Las actuales autoridades calificaron en su momento de “electoralista” al anuncio efectuado por el anterior gobernador de terminar los trabajos en 2008. Y es de esperar que el anuncio actual no tenga entonces ninguna connotación con la realización de elecciones en el curso del año, porque, de ser así, se estaría anteponiendo una intencionalidad política por sobre una necesidad imperiosa de numerosos pobladores.
Debe consignarse en este aspecto, que la habilitación del camino -actualmente la ruta provincial 82- es un anhelo de los habitantes de Potrerillos y de Cacheuta.
Para los primeros -como reflejó diario Los Andes en una nota- porque se ahorrarán aproximadamente 20 kilómetros para llegar a la ciudad y, para los residentes de Cacheuta, porque podrán salir, después de muchos años, del aislamiento en el que se encuentran desde que se inició la construcción de la presa.
Más allá de esa connotación, el tema tiene también un importante contenido turístico. Nuestra provincia ha logrado instalarse en los últimos tiempos como un fuerte captador de turistas ávidos por conocer la actividad vitivinícola, a lo que suma las bondades naturales, tanto en temporada invernal como estival.
Nadie puede dudar que la montaña atrae y la construcción del dique Potrerillos, con su espectacular marco natural, amplió superlativamente la oferta turística. Es por ello que la finalización de un tramo de sólo 4 kilómetros de camino, se convierte en una necesidad casi imperiosa.
Ha llegado la hora, entonces, de dejar de lado los anuncios y de concretar las realizaciones, aprovechando además que existe -según se indicó- a disposición un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo para terminar el emprendimiento. Esa concreción redundará beneficios sociales, para un importante sector de población, y económicos, por la ampliación de la oferta turística.
Fuente: Los Andes
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