El Sindicato de Maquinistas de Trenes, "La Fraternidad", manifestó hoy su preocupación por la continuidad de sus fuentes de trabajo que, sostienen, "se ven afectadas por la decisión de las entidades agropecuarias de reanudar las medidas de protestas en el marco de una actitud que supera toda lógica". "Tanto ALL, como NCA y FEPSA, entre otras empresas ferroviarias de cargas, tienen prácticamente todas sus actividades suspendidas por sabotajes y manifestaciones de coerción hacia los convoy ferroviarios. Esto afecta la estabilidad de nuestra labor", sostuvo Horacio Caminos, secretario de prensa del sindicato.
Caminos criticó a la dirigencia agropecuaria por su"intransigencia", la que "nos alarma sino que entorpece nuestro trabajo diario, y el de miles de trabajadores del país, poniéndolo en peligro", dijo. Asimismo, desde la organización gremial denunciaron que ya varias formaciones debieron ser detenidas debido a los piquetes que se encuentran en Álvarez (Pcia. De Buenos Aires) y Alcorta y Santa Teresa (ambas en Santa Fe). "Con esta actitud los empresarios del campo no sólo desabastecen al país sino que, al perjudicar a las empresas transportadoras, que no pueden subir los granos, por consecuencia directa afectan la estabilidad laboral de los ferroviarios", agregó el gremialista. Consultado sobre la magnitud de las consecuencias que los trabajadores ferroviarios pudieran sufrir a raíz de la protesta por parte de los ruralistas, Caminos concluyó que "no podemos calificar lo que ocurre como protesta o paro, porque en realidad nunca pararon su actividad y siguieron cosechando sus granos, capital que está a resguardo en sus silos. Lo que está sucediendo es una grosera coerción violatoria a los Derechos Humanos más elementales, como es el Derecho al Trabajo". Y prosiguió: "Los ferroviarios en 121 años hemos efectuado innumerables jornadas de protestas y lucha, algunos de hasta 42 días como en 1961, o de 47 días como 1991 contra el modelo privatizador, sin embargo nunca se nos ocurrió cortar las rutas, ni las calles, ni perjudicar el trabajo de los demás, porque el paro como instrumento de lucha debe ser reivindicado". "Acá no hay paro, ni siquiera se puede calificar de paro salvaje, lo que hay es apriete, coerción, amenazas, sabotaje e intolerancia. Instamos a los ruralistas a deponer la actitud de intolerancia en pos del bienestar de todo el país y superar las diferencias mediante el diálogo y la propuesta constructiva", finalizó Caminos.
Fuente: www.bassoenlared.com.ar
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