martes, 8 de enero de 2013

Tren Patagónico: ¿en situación de desguace?


La gestión de Alberto Weretilneck no le encuentra la vuelta al funcionamiento de las empresas del Estado. Viarse, Horizonte y Tren Patagónico son muestras de la situación. Las tres, prestadoras de servicios, no logran cumplir los objetivos planteados.
En el caso de Tren Patagónico el paso de Fernando Vaca Narvaja no habría sido lo exitoso que se intentó mostrar desde el Gobierno.
Medidas
Las medidas adoptadas desde el inicio de su incorporación a la empresa estarían dando sus primeros resultados: malos.
Se desmanteló el plantel de empleados, se hicieron movimientos de personal que no tenían otro objetivo que el de ‘maltratarlos‘, se incorporó gente de la provincia de Buenos Aires (Olavarría y Bahía Blanca) que no da respuestas a los problemas, entre otras cosas.
En diciembre del 2011, recién asumido Carlos Soria, se paró el tren bajo el argumento de que debían hacerse trabajos indispensables para su recuperación. Como en otras áreas se responsabilizó a la gestión anterior, en el medio ocurrió el temporal que se llevó las vías en la zona de Nahuel Niyeu y, entonces, las locomotoras se pusieron en marcha recién en junio del año pasado con el presidente de la empresa, Fernando Vaca Narvaja, a bordo para monitorear que todo funcionara en forma adecuada.
A finales de septiembre hubo cambios en el Gabinete y Weretilneck designó a Vaca Narvaja como ministro de Obras Públicas con el tren a su cargo. En la empresa fue designado Alberto Gómez, un hombre oriundo de General Roca que se desempeñó como director de Tránsito y Transporte en la intendencia de Soria.
Dificultades
Los últimos meses fueron difíciles para el equipo de conducción y se sumaron una serie de hechos que conspiraron contra el normal funcionamiento. Además, cuestiones internas como el accidente de una camioneta, la ausencia de los funcionarios durante varios días y el desgano de los empleados ante la pasividad empresaria, hicieron lo suyo.
A los problemas habituales de demoras y problemas habituales se sumó que la semana pasada el tren que venía de Bariloche llegó con atraso por una rotura entre San Antonio y Viedma. El último fin de semana fue para el olvido ya que el domingo llegó a Bariloche con casi siete horas de atraso. Una locomotora descompuesta en Ramos Mexía, un auxilio que no dio las respuestas esperadas y el malhumor de los pasajeros que se hizo notar.
Ayer, salió con más de dos horas de atraso desde la ciudad de los lagos sin certezas de cómo llegará a Viedma ya que no hay más locomotoras de reemplazo. Es decir, librados a la buena suerte.

Fuente: Portal noticiasnet

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