domingo, 26 de febrero de 2012

La empresa TBA dice que no hubo alertas por los frenos


La concesionaria del Sarmiento desacreditó la versión del maquinista del tren que chocó el miércoles y dejó 51 muertos. Dijo que no se reportaron fallas. Y que la formación frenó en todas las estaciones.

Un día después de que el maquinista del tren que provocó la tragedia de Once declarara ante el juez que los sistemas de freno no funcionaron la empresa TBA salió a desacreditar esa afirmación y aseguró que en ningún momento se reportaron anomalías en el desplazamiento de la formación ferroviaria.

En medio del dolor que sufren los familias de los 51 pasajeros que perdieron la vida y el sugestivo silencio que mantiene la presidenta Cristina Kirchner sobre el trágico suceso, ayer quedaron expuestas sobre el tapete dos versiones contrapuestas acerca de las posibles causas del choque.

Por un lado, la del maquinista Marcos Antonio Córdoba que atribuye el hecho a una “falla mecánica” en el sistema de frenos producto del mal estado del tren. Y por otro lado, la de la concesionaria privada de la línea Sarmiento que sostiene que el choque se produjo por un “error humano” del conductor del tren.

Ante el juez federal Claudio Bonadío que lleva adelante la investigación de la tragedia, Córdoba declaró el viernes que había accionado tres veces los frenos normales y de emergencia y que ninguna de ellos funcionó. Al ser indagado en los tribunales, el maquinista del tren señaló que los mecanismos de frenado no funcionaron como debían y que era habitual que existieran fallas en los materiales de los trenes. Aseguró que el sistema de freno del tren había fallado parcialmente en la estación Caballito, donde se pasó de la parada y tuvo que retroceder unos metros.

Según fuentes judiciales, Córdoba sostuvo “en cada estación le avisaba por la radio al controlador de tráfico que tenía problemas en los frenos .

Ayer la empresa TBA procedió a fijar su posición por medio de un comunicado dirigido al personal. Por esa vía, la concesionaria que controla el grupo Plaza-Cirigliano destacó lo siguiente: La formación cumplió el trayecto sin que se verifiquen o comuniquen anomalías hasta su impacto en la estación Once.

La lectura de las desaceleraciones y frenado del tren en las estaciones Moreno, Paso del Rey, Merlo, Padua, Ituzaingó, Castelar, Morón, Haedo, Ramos Mejía, Ciudadela, Linieros, Villa Luro, Floresta, Flores y Caballito resultan normales.

La misma normalidad poseen los registros correspondientes a la desaceleración en la aproximación final del convoy entre la Cabina B de señales y el inicio del anden 2 de la estación Once.

Las comunicaciones entre el puesto de comando de la formación y el puesto Control Trenes no contienen novedad alguna emitida desde la posición del conductor referente a fallas en el sistema de frenos o en cualquier otro dispositivo del tren”.

Esta postura de la empresa estaría, en principio, corroborada por la grabación de las comunicaciones entre el conductor y el puesto de control que se conoció ayer. En el trayecto entre Castelar y Morón, el conductor sólo se comunicó una vez con los controladores. Fue cuando se detuvo en Morón para saber si el tren pasaba a ser rápido o debía parar en todas las estaciones hasta Once.

Otro dato que contradice la versión el conductor son las declaraciones del guarda del fatídico tren 3772. Miguel Angel Gerónimo, declaró ante el juez que el viaje de la formación fue “absolutamente normal hasta el choque”.

Tras tomarle declaración, el juez Bonadio imputo a Córdoba por el delito de “estrago culposo” y dispuso su excarcelación. Esa decisión no fue compartida por el fiscal, Federico Delgado quien se opuso porque “aún no se pueden precisar los alcances de los hechos, la gravedad y el grado de responsabilidad de Córdoba”.

Fuente: Clarin

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