El tren Lincoln- Once no salió y hubo protesta

Un grupo de personas, oriundas en su mayoría del Gran Buenos Aires, realizó ayer una protesta en el paso a nivel del acceso Hipólito Yrigoyen luego de que la formación férrea que los debía llevar a destino quedara varada en Lincoln.
El caso puntual, según relataron los propios damnificados a La Posta, fue que la máquina que debía trasladar la formación estaba rota en Bragado.



Pero la bronca de los viajantes tuvo varios argumentos. El primero de ellos fue que al bajar del tren Lincoln-Realicó- (al cual calificaron de primer nivel), les avisaron que la combinación Lincoln-Once tenía una fuerte demora.
El segundo argumento, el cual despertó la ira y la decisión de manifestarse, fue que desde Lincoln recién les avisaron que el servicio estaba suspendido luego de que una buena parte de los pasajeros ya había comprado su boleto.
Pero algo más inquietó a los visitantes transitorios, la formación Lincoln-Once se encontraba en nuestra ciudad con una máquina en marcha, la cual no podía salir de la estación porque no tenía la orden de Bragado, lugar de donde tenía que llegar la máquina que se había roto y que finalmente nunca llegó.
Fue por todo este cúmulo de cosas que, a las 13.30, alrededor de unas 30 personas se armaron de unos carteles improvisados, que decían “queremos viajar”, y se dirigieron a cortar el tránsito del acceso.
Casi cuatro horas más tarde, los medios de prensa comenzaron a llegar al lugar y se hicieron eco de la noticia. Una hora después, un efectivo de la policía de Lincoln se acercó a los manifestantes para decir: “El Intendente les va a hacer una gauchadita”.
Esa “gauchadita” consistió en llevar en varias combis a los 50 pasajeros que aguardaban ir a destino, y llevarlos hasta Luján: donde las combinaciones a Once salen cada 20 minutos.
Lo insólito de esta decisión fue que a los pasajeros los debieron trasladar hasta el centro de la ciudad en varios patrulleros de la policía, de donde salieron las combis.
Algunos de los manifestantes pidieron que, ante los bultos que llevaban a bordo del tren, las combis los recogieran en el acceso, donde estaban desde las 13.30. Pero no, la decisión ya estaba tomada y debieron partir en los móviles policiales hasta el centro, para poder empezar su traumático retorno a casa.

Fuente: La Posta