Tras las denuncias, las últimas unidades se enviaron listas para andar, pero el Gobierno prefirió no mostrarlas
Domingo 28 de noviembre de 2010
Diego Cabot
LA NACION
Hace algunos años, la llegada de las mejores unidades de material rodante proveniente de España y Portugal era motivo para un acto utilizado por el Gobierno para plantar de vuelta las banderas de una soberanía ferroviaria perdida.
Pero todo cambió. El fin de semana pasado llegaron varios trenes españoles, pintados con los colores y con el logo del Bicentenario, listos para ser usados. No hubo acto y los vagones fueron inmediatamente guardados en los talleres ferroviarios de Remedios de Escalada. No hubo anuncio, ni fotos del aparato de prensa oficialista.
Muchas de las negociaciones que encaró Manuel Vázquez, uno de los principales asesores del ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y que ahora investiga la Justicia, tuvieron ejecución hasta hace poco tiempo, incluso durante la gestión del sucesor del cordobés, Juan Pablo Schiavi.
"Los convenios terminaron, se ejecutaron y lo que rige ahora es otro acuerdo que se firmó el 16 de julio entre el Ministerio de Planificación Federal y el gobierno de España", aclaran cerca de Schiavi.
En realidad, de aquel proyecto de traer material rodante usado para ser reacondicionado por los talleres ferroviarios locales y apoyar a la industria argentina ya no ha quedado nada. "Ahora rige una adenda que dice que los trenes no pueden tener más de diez años y tienen que venir listos para ser usados", confió una fuente de Transporte. Así, listos para ser usados, llegaron los trenes Talgo que esperan un mejor momento político para ser exhibidos. Hay varias cosas que todos se apuran por aclarar a la hora de volver sobre la compra de vagones y locomotoras usadas. La primera es que no hay más intermediarios. Desde el Ministerio de Planificación juran que ya no existen más costos que el material, seguro y flete.
No sólo que juran que es así, sino que ruegan que se aclare que desaparecieron algunos costos escondidos dentro del precio. Otra es que nadie sabe cuánto está fuera de uso. "Alrededor del 50%", dicen con cierta incomodidad cerca de Schiavi. Fuentes del sector dicen que sería el 70% de lo que se compró lo que está fuera de uso. "¿Qué pasará con esos trenes?", preguntó La Nacion en la Secretaría de Transporte. "Se está terminando un relevamiento de los coches. Luego se abrirán las licitaciones para la reparación", contestó una fuente oficial. En teoría, cuando los vagones llegaran, iban a ser remodelados en los talleres locales. De ahí que era común ver con las manos rojas de tanto aplaudir a los empresarios ferroviarios más importantes del país cada vez que de enormes barcos bajaban vagones convertidos casi en chatarra.
"Otro amigo"
Según el convenio original, firmado por los presidentes de la Argentina, Néstor Kirchner, y de España, José Luis Rodríguez Zapatero, se iban a comprar 635 unidades.
Schiavi nunca estuvo al margen de la negociación. En un mail enviado el 1° de julio de 2009 por Vázquez a Juan Carlos Beiró, hombre de Renfe, justo el día que Ricardo Jaime dejaba su cargo, el asesor cuenta que asumirá Schiavi. "En los próximos días asumirá otro amigo: Juan Pablo Schiavi. La política ferroviaria del Gobierno, por lo tanto, nada cambiará en ese ámbito, muy por el contrario, creo que se acelerarán algunos procesos y se profundizará la relación con ustedes. Juan Pablo está al tanto de vuestra propuesta", tranquiliza Vázquez.
El cronograma establecía que entre 2005 y 2006 llegarían 230 unidades, entre ellas 31 locomotoras. En los dos años siguientes, arribarían 245 coches y, en 2009, último año del contrato, las 80 restantes. En plata: unos $ 1500 millones.
Sólo para poner en perspectiva la revolución que hubiera causado semejante compra en el parque automotor local, Trenes de Buenos Aires, la empresa que maneja el ramal Sarmiento, el Mitre, además de varios trenes interurbanos como el que une Buenos Aires con Rosario, tiene 40 locomotoras y no todas en funcionamiento. Solamente de España, y si el contrato se hubiera cumplido, habrían llegado al país 116 locomotoras.
Ahora Schiavi confía en poder dar algún golpe de efecto con los relucientes trenes decorados con el Bicentenario. Imaginaron darle otra bienvenida cuando llegasen. Los planes que tienen para los 6 Talgos criollos, como los llaman en España, es poder mostrarlos en el verano yendo y viniendo a Mar del Plata.
Claro que el proyecto está verde. Aún no saben a quiénes le darán la operación de los ramales de los relucientes trenes. Schiavi quiere sacarles negocios a los concesionarios TBA, Ferrovías y Metrovías, y entregarle el manejo a la Sociedad Operadora Ferroviaria (SOF), una empresa estatal creada hace un par de años para operar trenes. Por ahora, la sociedad tiene poco trabajo, aunque muchos empleados: opera un ramal marginal en Chaco. Pero los planes de Schiavi tienen un problema: la SOF está manejada por los gremios. Por caso, su presidente es Juan Araya, un hombre del líder de la Unión Ferroviaria, José Pedraza.
Fuente: La Nación
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