Mientras el Gobierno se preocupa por prometer y anunciar obras públicas y medidas de estímulo a la economía, el análisis de los trabajos en curso y de los anuncios realizados muestra una gran diferencia entre los enunciados y la realidad.
En la lista de obras atrasadas o sin comenzar se encuentran, entre otras, la electrificación del Ferrocarril Roca, el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, programas de construcción de viviendas y de escuelas, el saneamiento del Riachuelo y la construcción de la sede del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Esta situación se debe a que el Gobierno ha realizado anuncios con fines políticos sin tener en cuenta la factibilidad de los mismos, o porque, aún contando con asignaciones presupuestarias y hasta con financiamiento internacional, la ejecución se demora por fallas de gestión o por prácticas de corrupción.
Del análisis de gasto público surge, además, que mientras los subsidios a empresas, que se realizan con falta de transparencia, aumentaron sustancialmente, otros rubros, como los destinados al financiamiento de las pymes, no se utilizaron. También pueden señalarse las incumplidas promesas de financiar en condiciones accesibles la compra de vivienda para sectores de ingresos medios.
El incumplimiento de programas anunciados es una muestra de manipulación política o de ineficiencia, genera falsas expectativas y frustración, y contribuye a estimular la incertidumbre dominante sobre el manejo de los fondos públicos. Muchos programas de obras públicas o promoción anunciados por el Gobierno no se han cumplido o se encuentran demorados, mostrando manipulación política o ineficiencia.
Fuente: Clarin
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