
Con la formación estacionada en Diagonal Norte, sigue Corbalán, "se abrieron las puertas y la gente comenzo a notar que algo raro pasaba. El humo era muy oloroso, aparentemente muy tóxico y salía de los tubos de ventilación de aire colocados hace un par de años". El conductor no supo qué hacer ante la situación y, relata, comenzó a abrir y cerrar las puertas mientras los pasajeros no sabían qué reacción tomar. Tampoco les fue indicada: "La gente no sabía si bajarse del tren esperando alguna notificación de un protocolo de emergencia por parte del personal que nunca llegó".
Los usuarios afectados comenzaron entonces a salir del tren atemorizados por el "material muy tóxico e inflamable" al ver el humo procedente del sistema de ventilación, ante la falta de reacción del motorman o del guarda. "Cuando ya el humo dificultaba ver a mas de cinco metros, la gente no se asustó pero decidio subir a los niveles superiores y buscar inútilemente alguien de la empresa que se hiciera cargo de la situación". Al momento de hacerse valer, el tan probado sistema de audio se quedó mudo.
"En la desorientación, la gente se desbandó por la estación y al cabo de 10 minutos empezó a llegar personal de Bomberos y Policía", completa Mauricio, recalcando que no pudo encontrar información sobre el principio de incendio en ningún medio impreso. Tampoco la empresa concesionaria Metrovías S.A. proveyó ningún tipo de información de prensa. Afortunadamente, no hubo que lamentar ninguna tragedia. Por suerte.
Fuente: Enelsubte
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