domingo, 5 de octubre de 2008

El proyecto de subte no avanzó ni un paso

Existen interrogantes sobre su financiamiento y su ejecución. Los informes enviados al Concejo no despejan las incógnitas.

Los informes elaborados por la Municipalidad de Córdoba sobre la construcción del sistema subterráneo de transporte masivo dejan más dudas que certezas. Del financiamiento sólo se afirma que “está garantizado”; en cuanto a lo técnico, plantea sólo respuestas superficiales a los interrogantes más básicos.

Diferentes reparticiones municipales realizaron una serie de informes que acompañan al acuerdo entre el municipio y la Secretaría de Transporte de la Nación, que debe ser aprobado por el Concejo Deliberante. Pese a que el proyecto ingresó a mediados de setiembre, todavía no fue tratado en las comisiones correspondientes.

La primera gran incógnita se refiere al financiamiento necesario para ejecutar la obra. Apenas surgió el proyecto, en diciembre de 2007, el secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, afirmó que existía un financiamiento internacional a 30 años y con hasta cinco años de gracia para proyectos de transporte subterráneo.

En marzo de este año, una propuesta del Consorcio Metro Córdoba, integrado por las empresas Iecsa SA, Ghella SPA y la francesa Alstom Transport (que iba a ejecutar el tren de alta velocidad Buenos Aires-Córdoba, ahora con destino incierto) inició el debate. El presupuesto presentado a la Nación por ese grupo suponía tres etapas y una inversión total de 1.097,5 millones de dólares.

La propuesta del Consorcio Metro Córdoba incluía una carta de financiamiento por el total de la obra y suponía que los fondos serían aportados por un banco del exterior. La Nación aportaría la “garantía soberana” sobre ese financiamiento a 30 años.

Finalmente, en junio pasado el Grupo Roggio también presentó un proyecto, más extenso y con un presupuesto de 1.250 millones de dólares. La iniciativa también suponía financiamiento privado.

Pero en el actual contexto económico internacional arrecian las dudas sobre la vigencia del financiamiento para la obra y la Secretaría de Transporte de la Nación no colabora en nada a despejar el panorama. Ante el interrogante de este diario, los voceros de Ricardo Jaime se limitaron a responder que “el dinero está garantizado, más allá de la crisis mundial de la economía”. El intendente Daniel Giacomino repite lo mismo.

Más incógnitas. Los informes elaborados por el municipio, incluidos en el convenio presentado al Concejo Deliberante, se esfuerzan por destacar lo “beneficioso” que sería para Córdoba contar con un sistema de subterráneos.

Sólo uno de esos escritos, el elaborado por la Dirección de Urbanismo, advierte sobre los problemas que se producirán con la ejecución de la obra. Plantea incógnitas sobre el uso que los pasajeros puedan hacer del ramal que va por debajo de la avenida Colón ya que, a diferencia de los otros, no encuentra atractivos más que algunos centros de salud y comercios ubicados en barrio General Paz.

Urbanismo también advierte sobre la afectación del dominio público para la ejecución de los ingresos a las estaciones. En ese sentido, pone énfasis en la estrechez de las veredas y en la posibilidad de tener que realizar expropiaciones para ejecutarlas.

Otro punto a tener en cuenta es la preservación del patrimonio histórico del centro de la ciudad y los acuerdos que deben realizarse para la ejecución de la obra, ya que atraviesa amplios terrenos bajo jurisdicción nacional, como la Universidad Nacional de Córdoba, y provincial, como el río Suquía y la Casa de Gobierno.

La repartición aconseja un cambio en los recorridos de trolebuses, ya que se superponen con los previstos para el subte, y pide que se estudie la complementación con el ferrourbano. También solicita que se cuente con los informes de las empresas proveedoras de servicios, como por ejemplo la Empresa Provincial de Energía (Epec). De los temas planteados por Urbanismo, no hay siquiera una respuesta en todo el texto enviado por el Departamento Ejecutivo Municipal al Concejo Deliberante.

“Beneficioso”. En cambio, los informes de las demás reparticiones sólo se dedican a destacar, una y otra vez, los beneficios del sistema, como mayor velocidad en los traslados, más frecuencia, protección a los pasajeros durante la espera, mayor capacidad de traslado y el descongestionamiento vehicular en su zona de influencia.

El texto elaborado por la Dirección de Transporte aclara que la ampliación del ancho de las calles y avenidas y el “amontonamiento” de unidades de transporte en el área central “no son una solución práctica” al congestionamiento actual.

Sobre la interrelación del subterráneo con el actual sistema de transporte masivo, la repartición afirma que son totalmente “compatibles”.

Por su parte, la Subsecretaría de Ambiente destaca de manera positiva el uso racional de la energía, la reducción de emisiones contaminantes y el resurgimiento de los entornos degradados en las zonas de influencia de las estaciones.

Como negativo, sólo identifica los efectos causados en relación a vibraciones y las molestias que implicarán los movimientos de suelos durante la etapa de construcción.

Fuente: La Voz

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