domingo, 6 de abril de 2008

Opinion - ¿Es descabellado pensar en la instalación en el país de un laminador de rieles?

Yo haría otra pregunta en lugar de la que hace el autor de la nota:
- ¿Acaso nos sobra el dinero y la fortuna, que nos damos el lujo de importar hasta los bienes más elementales?.
- ¿Qué demonios tenemos los Argentinos en la cabeza, que compramos los espejitos de colores que nos vendió el alto traidor de Menem?.
No hace falta ser muy inteligente ni tener formación universitaria para darse cuenta de que si importamos productos industriales y tecnológicos, y vendemos solamente materia prima barata como los cereales, gastamos más de lo que cobramos.
- ¿Somos necios o estúpidos?.
- ¿Quisimos creer que destruyendo la poca industria que teníamos y vendiendo nuestra posible independencia economía entregando las empresas estatales, podríamos vivir con el dinero de esas ventas comprando lujos asiáticos y haciendo viajes de placer?. ¡Imbéciles somos!Destruimos el país para participar de una fiesta en la que nos convidaron las sobras y duró poco.
Entonces reformulo la pregunta: ¿NO ES DESCABELLADO HABER VENDIDO SOMISA, Y SU LAMINADOR DE RIELES?.
¿NO ES INCOHERENTE, ILÓGICO Y ABSURDO HABER DESGUAZADO AL FERROCARRIL PARA FAVORECER LOS INTERESES DE LAS PETROLERAS Y AUTOMOTRICES, A CAMBIO DE AUMENTAR EL COSTO DE LOS FLETES, LA CONTAMINACIÓN, EL DERROCHE ENERGÉTICO Y LOS SINIESTROS ACCIDENTES DE TRÁNSITO?
Espero que el curso de la historia revierta esta situación, y no solo empresas privadas vuelvan a fabricar rieles en nuestro país, sino que también sueño con que retornen las empresas del estado, para producir sin especular y querer lucrar excesivamente usufructuando los bienes públicos. Sueño con una nueva SOMISA que fabrique rieles y todos los productos siderúrgicos que nuestro país necesite sin regalarle plusvalía a ningún empresario oportunista que busque amasar su fortuna con el sudor y el sacrificio del pueblo.

Alejandro Suarez
ams3005@yahoo.com.ar

Nota Original:
Por: Carlos Alberto Salgado
Allá por la década del 90 recuerdo que se tomó la decisión de privatizar las empresas del Estado, y entre ellas estaba SOMISA que era, entre otras cosas, la que proveía de rieles nuevos a nuestros ferrocarriles y a la vez exportaba. Para ello poseía en su planta un laminador de rieles que era el orgullo de nuestra industria nacional, y que, como consecuencia de la política imperante en aquella época, fuera desarmado y prontamente vendido al exterior por cuanto los trenes prácticamente no figuraban en los proyectos del gobierno de entonces.
Ahora, en estos últimos cinco años y con el advenimiento del ex Presidente Kirchner, se puso nuevamente sobre el tapete la recuperación de este sistema de transporte, comenzando a proyectarse distintos caminos para volver a tener un ferrocarril mejor.
No voy a referirme en esta nota si los proyectos son los acertados y los correctos, ya ustedes conocen mi opinión al respecto, pero como el tema ferroviario está en boca de todos y todas las semanas se están conociendo resoluciones oficiales de nuevos emprendimientos, tales como electrificación de ramales, rehabilitaciones, compra de material y trenes bala, esto hace que se tenga, como uno de los factores principales, la adquisición de rieles.
Ya sabemos todos el estado en que se encuentra la mayor parte de la infraestructura de vía de todos los ramales del país, los cuales, para un mejor aprovechamiento del sistema, deberían ser cambiados indefectiblemente y para ello se tendría que adquirir ese material en el exterior porque hoy ya no tenemos una Somisa que nos pueda proveer, con la consiguiente salida de divisas.
Entonces, viendo que la vía férrea es como la autopista para los automóviles, no sería descabellado que en el Estado Nacional se empiece alentar a la siderúrgica privada (mediante el otorgamiento de préstamos blandos) para que ésta pueda ser la encargada de instalar un laminador de rieles.
Creemos que la inversión sería redituable pues si se quiere recuperar como se debe a nuestros ferrocarriles, primeramente se deberán cambiar miles y miles de km en infraestructura de vía. Además, no sólo los nuestros son los que necesitan ese vital elemento, sino toda América Latina que está en la misma orientación que nuestro país de rehabilitar los trenes y no hay una empresa en la región que pueda proveerlos. Pero también, están las prolongaciones y nuevas Líneas de Subte, tranvías, etc.
Asimismo, tendríamos que pensar que un proyecto de esas características beneficiaría a nuestro país tanto por los mercados que se le abrirían, con la consiguiente entrada de divisas, como por ser una fuente generadora de nuevos puestos de trabajo.
Por lo expuesto, vuelvo a preguntar: ¿Es descabellado pensar en la instalación en el país de un laminador de rieles? Extraido de Cronica Ferroviaria

No hay comentarios:

Publicar un comentario