martes, 15 de abril de 2008

En defensa del tren de la Línea Sur

El diputado nacional del Frente para la Victoria Julio Arriaga ha firmado un artículo aparecido en este diario el 5 de abril, titulado "El Tren Patagónico hoy". El fin último de esa publicación es que el ferrocarril sea traspasado a la Nación, la que se haría cargo de su explotación. En el presente aporto mis opiniones contrastándolas con las del señor diputado.

La provincia de Río Negro se hizo cargo del mantenimiento del servicio ferroviario entre Viedma y Bariloche a partir de la deserción del gobierno nacional, empeñado entonces en una ola privatizadora de los servicios públicos. No importaba que las poblaciones de la Línea Sur rionegrina quedaran mal comunicadas -y hasta totalmente incomunicadas- ante contingencias climáticas desfavorables.

No resultó fácil volver a poner en marcha el tren de la Línea Sur: no había experiencia en la provincia y las vías y el material rodante ya para entonces presentaban un alto grado de obsolescencia; fue la decisión de los rionegrinos, junto a la inestimable colaboración de quienes habían sido agentes de la empresa de ferrocarriles y que se incorporaron al servicio provincial, la que logró que se reanudara el paso de las formaciones ferroviarias.

Por supuesto que el servicio pasó y pasa por dificultades, las soportaba y las soporta a la espera de prometidos aportes nacionales que le permitan mejorar vías y material rodante. ¿O acaso no han tenido y tienen grandes problemas los trenes de Ferrobaires que desde Buenos Aires van a, por ejemplo, Bahía Blanca y Mar del Plata? (El diputado dice que la provincia de Buenos Aires devolvió los trenes.) ¿No los tuvo el tren conocido como "Gran Capitán", que une Buenos Aires con Posadas? ¿No los tendrían los concesionados a privados que integran los ferrocarriles urbanos y suburbanos de la Capital, de no ser por los millonarios subsidios que reciben?

Entiendo que habría que trabajar en este sentido, en conseguir aportes del Tesoro Nacional para permitir el mejor funcionamiento del Tren de la Línea Sur y, en términos más generales, en procura de articular acciones de los gobiernos central y provincial de modo que la Nación acompañe a la provincia a seguir ejecutando aquella decisión tomada en su ausencia. No tengo dudas de que una diputación nacional es un sitio de privilegio, otorgado por los ciudadanos rionegrinos, para buscar la concreción de esos fines.

La nota del diputado Arriaga me produjo también preocupación por algunas manifestaciones que, salvo el conocimiento de los números de todas las máquinas de Sefepa, denotan desinformación y que no se mide con la misma vara lo que ocurre dentro o fuera de los límites provinciales.

No puede compararse un servicio de carácter social prestado a lo largo de más de 800 kilómetros con uno turístico que Chubut ofrece en poco más de 100. El servicio ferroviario fue un auténtico colonizador de nuestra Línea Sur; radicó y desarrolló poblaciones. En la provincia de Chubut la ruta que une Trelew con Esquel, en ausencia de un ferrocarril, no ha logrado resultados comparables pese a discurrir por una geografía más amigable que la de nuestra Línea Sur.

Para que el tren pudiera llegar a Constitución faltaría que llegara de Bahía Blanca a Patagones, 260 kilómetros que solamente pueden ser recorridos a paso de hombre; hace unos años se trató de que circulara con una frecuencia semanal y en poco tiempo debió abandonarse la intención. Esto, en buen romance, significa que, además de las vías entre Viedma y Bariloche, deberán repararse aquellas entre Viedma y Bahía Blanca y -probablemente- también entre esta ciudad y Buenos Aires.

Habla también de frecuencia diaria, pero me imagino que en un trayecto de tal longitud (Buenos Aires-Bariloche) debe ser dificultoso implementarla de no construirse algunos tramos de doble vía para poder concretar los cruces de trenes. Hoy no existen, salvo en las estaciones. Por otra parte, excepto que se decidiera poner en marcha trenes más rápidos, aunque no tanto como el "tren bala", habría al menos dos formaciones en cada sentido recorriendo el trayecto en forma simultánea.

Finalmente, quiero manifestar que parece antojadizo y hasta un tanto desleal el comentario sobre que pasando a Nación los empleados de Sefepa éstos duplicarían sus salarios. Si pudiera ser así, me pregunto por qué no luchar para que una mayor coparticipación de impuestos permita mejorar los ingresos provinciales de modo que los sueldos de todos los argentinos que cumplen similares labores sean también similares.
Si desde el Congreso de la Nación se trabaja por recuperar los ferrocarriles que alguna vez supimos tener los argentinos, además de concretar un "tren bala", tendremos buenos servicios ferroviarios para pasajeros y carga a lo largo y ancho del país. Las provincias que así lo decidan podrán participar en la recuperación de esta poderosa herramienta de desarrollo; entre ellas seguramente seguirá estando Río Negro, en la continuidad de la ejecución de una decisión que pronto cumplirá veinte años.

JUAN KUGLER.
www.rionegro.com.ar

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