Los alumnos de la escuela Prisco, junto con otras seis instituciones educativas, se van turnando para salir de las aulas y cruzarse a los terrenos del ferrocarril, donde le dan forma a un largo mural que tendrá más de 80 metros.
En Junín, las instalaciones del ferrocarril son de principios del siglo XX y el complejo de ramales y edificios que le dan forma está en la ciudad de La Colonia.
En la década de los ’90, cuando el servicio se privatizó, todo eso quedó prácticamente abandonado y si bien en los últimos años la Municipalidad ha recuperado algunos edificios para sus oficinas, todavía hay viejos galpones que siguen olvidados y sucios.
Uno de ellos, enorme y largo depósito con techo de chapa a dos aguas que se usaba para almacenar mercaderías que luego irían al tren, se levanta junto a la escuela primaria Tomás Prisco; hace algunos meses, cansados de ver una construcción tan grande y fea costeando la escuela, un grupo de maestros pensó que se podría pintar aquel galpón.
La idea fue creciendo y tomando forma: los maestros armaron un proyecto, le pidieron permiso a la comuna e invitaron a otras escuelas a participar; luego consiguieron pinturas y pinceles donados por los comercios vecinos y hasta contrataron a un artista para que los guiara en el trabajo.
Así fue pasando el tiempo hasta que por fin, hace dos semanas, la tarea de pintar se puso en marcha: los días miércoles los alumnos de la escuela Prisco, junto con otras seis instituciones educativas de Junín, se van turnando para salir de las aulas y cruzarse a los terrenos del ferrocarril, donde le dan forma a un largo mural que tendrá más de 80 metros.
"Llegábamos a la escuela y teníamos enfrente ese galpón horrible, viejo y lleno de pintadas. Entonces, a mediados de junio, con algunas compañeras pensamos que podíamos cambiarle la cara y pintarlo", recuerda María Olivares, secretaria de la escuela y una de las creadoras del proyecto. Los docentes fueron a pedir permiso al municipio, y la idea gustó tanto que la comuna decidió contratar los servicios de un muralista para que coordinara todo el trabajo.
"La Municipalidad le paga al muralista Juan Justo y nosotros nos encargamos de invitar a otras escuelas y de salir a pedir los materiales entre los comercios de la zona", contó la directora de la escuela, Rosa Aznar.
Fuente: Los Andes
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