iaAyer, el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Santa Fe, José Corral, confirmó a Diario UNO que la fiscalía municipal recibió el lunes una nota proveniente de la Administradora de Infraestructura Ferroviaria (Adif), en la que se solicita al Ejecutivo local que interrumpa las modificaciones que venía realizando en el edificio de la ex estación de trenes Manuel Belgrano.
El funcionario municipal explicó: “Se trata de una intimación para que cesemos las obras de recuperación que se están realizando en la estación. La envió la Adif”.
—¿Cuál fue la reacción y cuál será la respuesta del municipio a esta nota?
—Primero nos causó sorpresa, porque nos parece increíble que la administración de organismos nacionales se ocupe de la estación justo cuando comenzamos a recuperarla. Suponemos que es una decisión tomada detrás de algún escritorio en Buenos Aires, que no conoce la situación concreta de la estación y cuáles son las tareas que está realizando el municipio.
En este sentido, el mandatario agregó: “Ni siquiera han visto las notificaciones que hemos realizado, tanto Adif como Onabe, porque son dos organismos en transición y no se sabe cuál es el que tiene competencia sobre la estación”.
—¿Cómo continuará este asunto en la vía legal?
—Nosotros vamos a contestar la carta documento y vamos a ratificar la voluntad de establecer un acuerdo, donde queden expresas las responsabilidades de cada una de las partes, y siempre con el objetivo de la recuperación de la estación y la posibilidad de usarla con fines útiles para los vecinos. Entre ellos, una oficina de descentralización del municipio, una oficina de turismo –porque está en el ingreso a esta ciudad– y actividades culturales que se pueden hacer, como se ha visto en los últimos días.
—¿Qué comunicaban en esas notificaciones?
—Que nos poníamos a disposición para celebrar un acuerdo –caído el acuerdo anterior, por el cual el municipio prácticamente no podía hacer nada en la estación– y que mientras tanto estábamos haciendo uso no sólo de las competencias sino de las obligaciones que tiene el intendente. Entre éstas, de mantener el patrimonio histórico; cuidar la salud y la seguridad de los vecinos, que se veían afectados por el estado de ruina del edificio.
—¿Hay algún interés nacional que se podría ver afectado por el uso del edificio que hace la Municipalidad?
—No, en absoluto. Justamente, lo que tienen como objetivo estas obras es evitar y detener el deterioro. Por eso primero se comenzó con el arreglo de las cubiertas, porque ingresaba mucha agua al hall central cada vez que llovía. Además, se continuó con la reparación de las aberturas; también para evitar el ingreso del agua. Y se comenzó a darle usos que son compatibles con mantener la estación en buen estado.
—Si las obras no perjudican a la Nación, ¿por qué esta intimación?
—Habría que preguntarle al organismo nacional, porque nosotros no lo comprendemos.
—¿Se hicieron estudios previos que certificaran la necesidad de trabajos urgentes en la estación?
—Sí. Las áreas de Planeamiento habían advertido el deterioro de un edificio que es patrimonio histórico cultural de la ciudad. La Secretaría de Obras había advertido la posibilidad de derrumbe de algunas áreas, por el problema del ingreso de aguas. También la Secretaría de Ambiente había señalado los inconvenientes que se generaban por la existencia de malezas, por ejemplo. Cuestiones que hicieron que hayamos encontrado hasta serpientes en el predio, entre otros problemas que se señalaron y que nos obligaban a intervenir.
—Cuando comunicaron la decisión de rescindir el acuerdo anterior, ¿tuvieron alguna respuesta desde la Nación?
—No, ninguna. A pesar de que notificamos a los distintos organismos.
Los avances en la restauración de la ex terminal
Esta semana avanza la restauración de la ex Estación Belgrano. Los marcos de las ventanas del frente se arreglaron para poder colocarles los vidrios de seguridad. Las tareas de albañilería en el histórico edificio –que pertenece al patrimonio arquitectónico santafesino– son impulsadas por el municipio con el objetivo de detener el avanzado estado de deterioro que presentaba el lugar, y dar los primeros pasos en su recuperación para el uso público.
Al hacer el ingreso por la puerta principal del edificio, se puede observar un incesante movimiento de operarios, obreros y funcionarios municipales que circulan por el hall de la vieja terminal, a los fines de realizar los trabajos de la mejor manera posible y de acuerdo a lo planificado.
Una vez que los inmensos ventanales son retirados de su lugar original, se colocan sobre el piso del hall para clasificarlos, numerarlos y guardarlos inventariados en una habitación especialmente acondicionada, a la espera de su traslado a un taller para su posterior restauración.
Mientras tanto, se procedió a la reparación de los marcos de las ventanas que dan al frente sobre bulevar Gálvez, y se colocaron paños de nylon cristal de manera provisoria, hasta tanto se puedan colocar los vidrios fijos que permitan frenar el deterioro originado por las condiciones climáticas, como la lluvia, calor o frío.
Asimismo, se trabaja en las tareas de la limpieza y acondicionamiento de un sector del ala oeste del edificio, donde existía una gran cantidad de basura y elementos que serán retirados para poder despejar y acondicionar el lugar. De la misma manera se ejecutan las labores de limpieza. En la azotea y en el primer piso del edificio se retiraron escombros y maderas en contenedores.
En estos días comenzarán los trabajos de reparación de la marquesina original del lugar, que dará una vista muy diferente a la fachada de la histórica construcción.
José corral
Suponemos que es una decisión tomada detrás de algún escritorio en Buenos Aires, que no conoce la situación concreta de la estación.”
Fuente: Diario Uno
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