miércoles, 17 de diciembre de 2008

Difunden los puntos del recurso de amparo contra Ferrosur

Hay fuertes coincidencias con la presentación de Allen donde la Justicia hizo lugar al reclamo.
Los vecinos de J.J.Gómez denunciaron que la actividad de la empresa Ferrosur está ocasionando malestares a la salud de la población con las maniobras de la descarga del yeso. Por un lado, la diseminación de las partículas de polvo que afectan a las vías respiratorias, pero también la contaminación sonora de la actividad del ferrocarril y el riesgo del tránsito en una zona de gran movimiento. Además, se estaría afectando al patrimonio de la ciudad, ya que la zona de descarga representa un espacio histórico y cultural.Esos puntos serán las claves de la acción de amparo que se presentará en el Superior Tribunal de Justicia, según explicó el abogado penalista Oscar Pineda. Los aspectos guardan gran similitud con la acción que presentó un grupo de vecinos de Allen, para que cese la actividad de descarga de yeso en el centro de esa ciudad.La Justicia dio lugar al reclamo de los amparistas quienes manifestaron que, «Los vientos de la zona levantan el polvo producido generando nubes en suspensión, y que además el tránsito de los camiones constituyen un riesgo para la población, no sólo por los ruidos, sino por el tránsito pesado en una zona densamente poblada».En el recurso fundamentaron los daños provocados a la salud por la suspensión de sulfato cálcico como: «Las personas expuestas a su inhalación puede provocar tos, dolor de garganta, enrojecimiento de la piel, etc., por lo que es necesario usar protección respiratoria» y se agrega en la demanda, «el contacto con los ojos provoca enrojecimiento, lo que requiere el uso de gafas de protección y el lavado con abundante agua durante varios minutos y la consulta médica. También la exposición prolongada o repetida puede dar lugar a conjuntivitis, rinitis, laringitis, faringitis y alteraciones del olfato y del gusto».En Roca, la estación de descarga de yeso se encuentra ubicada entre el centro de salud, la Escuela 66 y el destacamento de Policía. Desde la escuela se hizo un estudio técnico sobre los daños a la salud y además hasta los propios alumnos demostraron en maquetas la poca efectividad de las obras de mitigación. En tanto, el municipio se expedirá esta semana sobre los resultados del estudio de impacto ambiental y sonoro.

Fuente: La Mañana/Roca

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