Mantiene el manejo del ramal reestatizado. Dentro del organigrama de la Secretaría de Transporte aparece una infinidad de resortes de poder que son manejados por los gremios ferroviarios. Uno de los ejemplos más notables se da en el Belgrano Cargas.
La presidenta ejecutiva del ramal es Graciela Isabel Coria. ¿Quién es? Pues una contadora, esposa nada menos que de José Pedraza, el histórico líder de la Unión Ferroviaria, hoy bajo fuego por el crimen del militante del Partido Obrero (PO) Mariano Ferreyra a manos de una patota ligada a ese sindicato, el jueves pasado, en el barrio de Barracas. La Unión Ferroviaria fue concesionaria del ramal. Pero la mala gestión llevó a que se lo devolviese al Estado con una cuantiosa deuda. El Gobierno lo tomó y otorgó una suerte de indulto a los gestores anteriores. ¿Quién era el responsable del fallido intento de gestión sindical? La esposa de Pedraza, Graciela Coria. Hay más. El Gobierno constituyó hace algunos años dos sociedades del Estado: la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) y la Operadora Ferroviaria (SOF). Más allá de la evidente superposición de tareas que tienen estas dos empresas con otras áreas del Estado y con las empresas concesionarias, lo cierto es que ambas manejan presupuestos, obras y tienen una plantilla importante de empleados. Nombres recurrentes.
La ADIF es conducida por José Nicanor Villafañe, hombre de Omar Maturano y el gremio que conduce, La Fraternidad. La SOF tiene como presidente a Juan Araya, que responde a Pedraza y tiene como vicepresidente a Agustín Special, otro hombre vinculado a La Fraternidad. Ambas empresas quedaron bajo la mira de la Justicia por una serie de irregularidades que se detectaron en licitaciones de obras de vías y compras de tres cochemotores. La primera fue una contratación directa hecha por Araya por tres millones de pesos; la segunda, una compra por 26,5 millones de pesos.
Fuente: La Nacion.
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