Fueron reestatizados, pero el Estado no tiene el control integral. Y si bien son operados por una empresa privada, en la práctica no se trata de una privatización plena. Los servicios urbanos del ferrocarril Roca presentan, en materia contractual y operativa, una curiosa y atípica situación.
La corrida de los trenes está a cargo de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE), una sociedad anónima que integran los concesionarios privados de Metrovías, Ferrovías y TBA. Los sueldos los liquida directamente el Estado por medio de un ente ferroviario residual (Belgrano Sociedad Anónima) que hace las veces de “empleador” de los trabajadores de la línea. Y las inversiones en las vías, estaciones y el arreglo de trenes corren por cuenta del Gobierno con los recursos asignados a la Secretaría de Transporte y la ADIF, la empresa de infraestructura estatal creada en 2008.
Con las privatizaciones de Carlos Menem, el Roca –que transporta unos 12 millones de pasajeros mensuales– pasó a manos del grupo Metropolitano, que se había adjudicado los ferrocarriles San Martín y Belgrano Sur. El grupo Metropolitano tuvo como accionista mayoritario a un consorcio de compañías de colectivos que vendieron su participación al empresario Sergio Taselli. Ante la falta de inversiones y las reiteradas quejas de los usuarios por las pésimas condiciones del servicio, a mediados de 2007 el Gobierno rescindió la concesión.
El ministro de Planificación, Julio De Vido y el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime decidieron otorgar el gerenciamiento de la línea a la UGOFE. La UGOFE nació a fines de 2004 para hacerse cargo de la operación del San Martín que el Gobierno también le había quitado a Taselli. Esta sociedad tiene tres patas: Metrovías (grupo Roggio); Ferrovías (que maneja el grupo Emepa) y TBA (Plaza-Cirigliano). La UGOFE cobra del Estado unos $ 66 millones mensuales de honorarios por gerenciamiento. Con esos ingresos cubre parte de los gastos de seguridad, combustible, los trabajos realizados por las empresas tercerizadas y los sueldos de 127 directivos y empleados jerárquicos. Los trabajadores permanentes de convenio que tiene la línea Roca ascienden a 4.570 que cobran sus sueldos a través del Belgrano SA. Del total, 740 pertenecen a los maquinistas de La Fraternidad; 3.400 son de la Unión Ferroviaria y los 430 restantes al gremio de señaleros. El Estado desembolsa por mes unos $ 45 millones para sueldos.
La contratación de los “tercerizados” corre por cuenta de la UGOFE. Todos los pases a planta permanente son decididos por los gremios y la subsecretaría de Transporte que comanda Antonio Luna, el directivo de La Fraternidad que forma parte del Gobierno de Cristina Kirchner desde junio de 2008.
Fuente: Clarin
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