miércoles, 12 de mayo de 2010

El secretario de Transporte consideró que el boleto electrónico permitirá "controlar" los subsidios

El secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, consideró que el Sistema Único de Boleto Electrónico(SUBE) permitirá "controlar" el pago de subsidios al transporte que efectúa el Estado. El funcionario comentó que actualmente el Estado subsidia al transporte en base a "declaraciones juradas de los transportistas" y a partir de la implementación total del sistema se podrá ver si lo declarado por las empresas es "real o simulado", explicó. Schiavi habló ayer sobre "La política del transporte y el desarrollo económico" en una disertación organizada por la Cámara Española de Comercio de la República Argentina. "Con el SUBE podremos controlar el sistema. Ahora el Estado paga subsidios en razón a las declaraciones juradas que dan los transportistas. Con este nuevo sistema se verá si los 14,5 millones de transacciones declaradas son reales o simuladas", expresó.

El SUBE es un sistema prepago que permite abonar con una sola tarjeta viajes en colectivos, subtes y trenes de la región metropolitana de Buenos Aires. A criterio de Schiavi, con el SUBE "estamos subsidiando a la demanda" y agregó que esta tarjeta permitirá identificar al usuario y ver si por ejemplo "recibe el subsidio universal por hijo, es jubilado o es un niño que viaja al colegio". "Esta identificación del beneficiario nos permitirá verificar que el sistema sea equitativo", explicó. Dijo que "el 11 por ciento de las personas que viajan en subte son pobres pero el 89 por ciento restante no lo son y podrían pagar una tarifa más alta". "Lo más importante es segmentar bien y subsidiar a quien corresponda", reflexionó. A su entender, el subsidio a los transportes apunta a convertir el sistema en "más justo y equitativo". Ejemplificó que Alemania subsidia el 80 por ciento de su transporte y "nadie lo discute" y explicó que en la Argentina "hay mala matriz de distribución y control" de los subsidios, que a su criterio podrá ser superada por el sistema SUBE. Respecto de las quejas provenientes del interior del país en relación a que los subsidios a los colectivos otorgados por el Estado Nacional son mayores en el área metropolitana que en el de otras provincias, el subsecretario dijo que "se habla por hablar. No todas las provincias dedican la misma cantidad de dinero" a subsidiar al transporte, indicó. Ejemplificó que la provincia de Santa Fe recibe mensualmente 15.600 pesos a manera de subsidios. El Estado Nacional gira los subsidios a las provincias y éstas a las empresas.

En su disertación, Schiavi se refirió al transporte aéreo, al automotor y al ferroviario, entre otros temas. Sobre el transporte aéreo habló sobre la empresa Aerolíneas Argentinas y Austral, actualmente a cargo del Estado, a la que ahora se incorporarán 20 nuevas aeronaves. "Con la actual flota se pueden aumentar los ingresos" de la compañía, confió y dijo que anteriormente, cuando estaba en manos privadas, perdía "500 millones de dólares por año". Ejemplificó la importancia de tener aeronaves nuevas de mayor rendimiento al decir que "un avión 747 lleno de pasajeros con destino a España no nos rinde porque gasta mucho" combustible y mantenimiento. Consideró que recién en el período 2011 o 2012 la empresa "puede entrar con pérdida relativa razonable". También resaltó la necesidad de la Argentina de relacionarse con el resto del mundo desde el punto de vista aéreo y citó "no sólo hay que pensar en Europa, hay líneas aéreas de Qatar, Rusia y China" que quieren suscribir convenios con Aerolíneas Argentinas. Sobre el transporte automotor, dijo que "no hay ciudad del mundo que tenga un sistema de buses tan extendido" como Buenos Aires y sus alrededores. Cuantificó que hay 5 mil colectivos de larga distancia en Argentina y 18 mil en Capital y Gran Buenos Aires.

En materia de fabricantes dijo que "mucho material viene de Brasil o se fabrica acá con patente. Queremos que haya una industria de carrocería argentina". En cuanto al sistema ferrovario sostuvo que la Argentina, en su mejor época, tuvo funcionando 45 mil kilómetros de ferrocarril y hoy sólo trabaja la mitad de esa infraestructura. "Luego vino el suicidio" (de los años 90, que apuntó al cierre de ramales o de su privatización) y recordó que a partir del 2003 con la adminsitración kirchnerista "se empezó a ver dinero en los presupuestos públicos destinados al ferrocarril". Consideró que si se invierte en el ferrocarril "en 10 a 15 años se podrá llegar a una situación óptima" y al ejemplificar la obsolecencia del sistema dijo que "el Sarmiento corre sobre vías de los años 40".

Sobre el transporte de cargas dijo que es un sistema que tiene que ser recompuesto y recordó que actualmente cubre un 4 por ciento de la carga de mercadería cuando debería cubrir un 30 por ciento de ese rubro.

Fuente: Telam

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