Tras una interrupción -aparentemente por falta de pago- avanzan los trabajos de renovación de vías en la línea Sarmiento, que opera Trenes de Buenos Aires (TBA). Como ha venido informando este medio, el Estado nacional dispuso, ante su creciente deterioro, la renovación de vías entre Liniers y Castelar, y el mejoramiento entre Once y Liniers, para que las formaciones puedan circular a mayor velocidad y con una marcha más suave.
A mediados de diciembre comenzaron las tareas, inicialmente en la vía 3 (ascendente), utilizada habitualmente por servicios rápidos, entre Ramos Mejía y Haedo, y luego entre Ciudadela y Ramos, exceptuándose las zonas de cruces a nivel vehiculares, a la altura de las estaciones y de los aparatos de vía (que permiten a los trenes cambiar de vía), que se ejecutarán al final de la obra.
En Ciudadela
Y la semana pasada los trabajos comenzaron a desarrollarse sobre la vía 1 (también ascendente) por la que circulan los trenes hacia Moreno, luego de la estación Ciudadela, habiendo superado ya el cruce a alto nivel situado a la altura de la avenida Díaz Vélez-República (límite entre Tres de Febrero y La Matanza).
Las labores se efectúan en horario nocturno, a partir de las 22 -para no interferir el servicio ferroviario- y están a cargo de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) formada por IECSA y COMSA de Argentina, siendo supervisadas por TBA.
Se utilizan rieles nuevos, de 18 metros de longitud cada uno, con un perfil UIC 54 grado 900-, durmientes de hormigón monobloque pretensado (en vez de los tradicionales de quebracho), fijaciones elásticas -fastclip- con intercalación de una plantilla de caucho para atenuar el golpeteo (en vez de fijaciones metálicas) y piedra balasto (sobre la que se apoya la vía y que además se ubica sobre los durmientes para dar mayor estabilidad).
Soldado aluminotérmico
Pasados algunos días de ser instalados, los rieles se unen entre sí mediante un proceso de soldado aluminotérmico, que determina una gran estabilidad en la estructura, y elimina el clásico ruido de las ruedas de los trenes al pasar por las juntas de dilatación. Paralelamente, se reacondiciona el tercer riel (que provee de electricidad a los coches) y el recubrimiento de madera del mismo.
Como consecuencia de las obras, en diferentes tramos se aplican restricciones de velocidad para las formaciones: en principio, 12 kilómetros por hora, que luego se incrementa a 30, y en una tercera etapa a 60 kilómetros por hora, hasta la renovación completa.
Para la concreción de los trabajos, se instaló en la desactivada playa Sur de cargas de Haedo un obrador, en el que se arman los tramos de vía -que se llevan hasta el lugar en un tren de trabajo- y se acumula piedra balasto, que es llevada hasta el lugar donde se la utiliza también con un tren.
Paralelamente, se usan máquinas viales y potentes reflectores, y si es necesario, se desarma el cerco perimetral.
Como contracara de los trabajos en las vías, se acentúa la falta de mantenimiento de los coches, que se ha traducido en que la mayoría de las formaciones -aún las remodeladas y equipadas con aire acondicionado- cuenten con ocho coches, en vez de nueve. Además se observan inconvenientes como en el sistema de cierre de puertas o de frenos, que provocan demoras, o eventualmente, cancelaciones.
Fuente: Diario Popular
No hay comentarios:
Publicar un comentario