Señora Directora: Tengo la presunción que la modernización de nuestro ferrocarril entrerriano puede caer en un mediocre intento, propio de soñadores. Avalo este augurio al conocer que la reactivación ferroviaria plena depende de la financiación que proveería el gobierno de la República China.
En principio, la cancelación del viaje que iba a realizar la presidenta de los argentinos consideraba la tramitación de créditos para la provisión de 90 locomotoras, 500 coches de pasajeros y la reparación de más de 1.000 km de ramales. Muchos de estos elementos serían destinados a la ex línea Urquiza, hoy ferrocarril entrerriano. Para la provincia estaban calculados presupuestos para la refacción de 20 estaciones de la línea Paraná – Uruguay. Si la financiación de China se pincha, no le iremos a pedir al esforzado Hugo Chavez porque él manejando un país petrolero, no dispone de energía o tecnología para mejorar su potenciación de megavatios. Valoro las buenas intenciones anunciadas con grandes festejos en diciembre. Ahora con la suspensión de la ayuda oriental tendremos que arremangarnos y empujar el “tren gasolero” para llegar a destino. Alberto Cardenali
Carta de lectores, La Calle Online
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