miércoles, 20 de enero de 2010

Los cruces de las vías del tren continúan siendo un problema

Mientras los conductores insisten en la peligrosidad de cruzar por un paso a nivel (como el de la calle Tropero Sosa) por la falta de señalización, en la Municipalidad de Maipú admitieron este inconveniente y la empresa responsable de la circulación de los trenes de carga aseguró que siempre ponen los carteles indicativos y que a los dos o tres días la gente los destruye. Ante los reiterados reclamos que llegaron a Ciudadano, Sergio Ferez, responsable comercial de América Latina Logística (ALL), aseguró: “No es que no pongamos la señalización correspondiente, lo que pasa es que la colocamos y a la semana ya está rota. La usan para interrumpir las vías y así el tren se frena o descarrila.



Un 10% de los trenes lleva carbón y casi todos son interceptados para sustraer el material, que luego es vendido en el mercado negro”, explicó. Desde el caso del chico de 14 años que murió por robar carbón en mayo de 2006, los policías viajan custodiando los trenes pero no tienen permitido llevar armas. El tren se carga en la Destilería o en Cruz de Piedra, dependiendo del material a transportar, y tiene como destino Buenos Aires con una frecuencia diaria. Transporta, principalmente, áridos, fundentes y carbón. Las vías utilizadas son las que circulan de oeste a este y, las que van de norte a sur están en desuso. Por otro lado, en la Subsecretaría de Servicios Públicos de Maipú aseguraron que son muchas las intersecciones que no tienen guardabarreras. Ferez respondió que las llamadas Cruz de San Andrés, si no las han robado, están en todos los cruces ferroviarios. Esta señal equivale a un disco Pare, y debe respetarse como tal. “Mucha gente no sabe el significado de la misma”, dijo Ferez. Además, desde que dejaron de circular los trenes con pasajeros los ciudadanos creen que “el tren no pasa más” y no respetan la Cruz de San Andrés. Lo cierto del caso es que las vías del tren continúan siendo un problema muy difícil de solucionar, tanto para los vecinos que se ven afectados por la circulación no señalizada de trenes y el peligro que esto implica, como para los responsables de la carga, para quienes significa un alto costo renovar las señales periódicamente y hacerse cargo de los gastos que implica un descarrilamiento, como el pago del material al cliente y el arreglo de vagones.

Fuente: El ciudadano

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