lunes, 18 de enero de 2010

Acuerdo con China para reactivar el sistema ferroviario

El anuncio lo realizaría Cristina de Kirchner tras su viaje a Pekín. El proyecto contempla una inversión por 3.000 millones de dólares con un financiamiento a diez años. Se comprarían 90 locomotoras y unos 500 vagones de pasajeros y de carga. Llamativo veto a Techint.

La presidenta Cristina de Kirchner intentará regresar de su próximo viaje a China con un anuncio de alto impacto: la reactivación del sistema ferroviario, que incluirá la creación de un nuevo servicio que unirá la Capital Federal con el aeropuerto de Ezeiza, y la instalación de un sistema de subterráneos en una ciudad del interior del país.

El proyecto, basado en un acuerdo con ese país asiático, contemplará una inversión por 3.000 millones de dólares con un financiamiento a diez años, dijeron a este diario fuentes oficiales. La iniciativa tendrá un costado político fuerte. Por un lado, le servirá al Gobierno para generar un contraste con la administración porteña, a cargo de Mauricio Macri, que no pudo llevar a cabo sus planes de extensión de la red de subterráneos; y por otro, apuntará a quitarle votantes a Proyecto Sur, el partido de Fernando “Pino” Solanas, que basó parte de su campaña electoral en la necesidad de dar impulso al sistema ferroviario. Pero, además, el financiamiento negociado con los bancos públicos chinos prevé hasta dos años de gracia, con lo cual Cristina eludirá desembolsar fondos hasta el final de su gestión presidencial. El acuerdo, cuyos puntos centrales terminarán de firmarse durante el viaje presidencial que arrancará a fin de mes en China, como anticipó en exclusiva este diario en octubre pasado, estipula la compra de unas 90 locomotoras para trenes y subtes, y cerca de 500 coches de pasajeros y vagones de carga; el reacondicionamiento de 1.600 kilómetros de vías férreas, con énfasis en el tendido metropolitano y del conurbano bonaerense, y el refuerzo del sistema de transporte de cargas por ferrocarril en el interior del país. Pero las estrellas del plan serán la posible construcción del primer subte fuera de la Capital y la creación del servicio que conectará la ciudad de Buenos Aires con el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini. Las fuentes oficiales se negaron a develar la ciudad receptora del servicio del subterráneo, pero en el sector dijeron suponer que será Córdoba. La hipótesis se refuerza por tratarse de una provincia gobernada por el peronismo, y por el hecho de que su capital es el segundo centro urbano más importante del país. Mientras que la conexión ferroviaria con la terminal aérea fue proyectada como una extensión sobre la superficie de la línea “E” del subte, a partir de la estación Plaza de los Virreyes. En cuanto al acondicionamiento de las vías férreas actuales y la incorporación de locomotoras y vagones, las principales beneficiarias serán las líneas operadas en buena medida por el Estado. Tanto el ferrocarril Belgrano Sur, como el Roca y el San Martín, están a cargo de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (Ugofe), una empresa mixta en la que el Estado se asoció con los concesionarios privados para operar los tres servicios.

Fuentes oficiales dijeron que en los casos del Belgrano Sur, que une la Capital con González Catán, y el Roca, cuyos servicios conectan la ciudad con La Plata, Alejandro Korn, Cañuelas y Haedo, la mayor inversión apuntará a mejorar el tendido férreo y a acondicionar el material rodante. Mientras que en el San Martín, que circula de Retiro a Pilar, se incorporarán locomotoras y coches de pasajeros. Para los servicios de transporte de mercaderías se impulsarán mejoras para el Nuevo Central Argentino (NCA) y el Belgrano Cargas. El embrión del proyecto data de 2004 y coincide con la visita que hizo a la Argentina el presidente chino, Hu Jintao, en noviembre de ese año.

El gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner dejó trascender que Jintao llegaría al país con inversiones por 20 mil millones de dólares, aunque poco antes del arribo el propio mandatario argentino debió desmentirlo, en lo que representó un papelón político internacional. Luego del escándalo, el gobierno nacional optó por avanzar con los acuerdos puntuales que sólo se habían esbozado ese año. El director ejecutivo de la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino-China, Ernesto Fernández Taboada, explicó que en 2006 “se firmó el primer convenio internacional para la compra de material para la línea San Martín por u$s 125 millones, y el año pasado se firmó el acuerdo de financiación para todo el proyecto”. Según trascendió, la financiación será por el 85% de la inversión total, con un plazo de diez años para el repago y con hasta dos años de gracia. Los créditos para la compra de material chino –no quedó claro todavía si se adquirirán locomotoras y coches nuevos o reacondicionados– serán otorgados por la banca pública de ese país. Llamativo veto a Techint. La relación que mantienen la administración kirchnerista y el grupo Techint registró un nuevo cortocircuito por una decisión oficial que sacudió al ámbito ferroviario. Tras haberse alistado para competir con Roggio, Iecsa, Ferromel, Comsa y la CPC (la constructora de Cristóbal López); el grupo Techint se topó con una curiosa descalificación en la licitación que el Gobierno lleva adelante para reconstruir 212 kilómetros de vías del ferrocarril Belgrano Cargas. La Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) -la empresa estatal que depende del secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi- resolvió cerrarle el paso al holding que lidera Paolo Rocca con tres argumentos llamativos. En primer lugar, consideró que el grupo no alcanzó el índice de liquidez y las exigencias financieras exigidas en el pliego. El segundo motivo fue que la empresa tiene planteado litigios contra el Estado. Y el tercer elemento fue que no pudo acreditar "la oportuna disponibilidad del equipo esencial para la obras". La licitación en juego es un "paquete" de cinco obras de renovación total de vías en Santa Fe, Chaco y Santiago del Estero por un valor total de casi $ 750 millones. En tres de las cinco obras, la Adif también dejó afuera a Esuco, la compañía del titular de la cámara de constructores, Carlos Wagner. Entre los empresarios, la "tarjeta roja" a Techint encendió las luces de alarma por la forma discrecional con que se sigue manejando el Gobierno.

Nadie cree que la situación económica y financiera del grupo sea tan mala como para no poder cumplir con los requisitos del pliego. Y en lo que respecta a los juicios contra el Estado, la mayoría de los contratistas y constructoras tienen demandas pendientes pero hasta ahora ninguna había sido excluida de las licitaciones.

Fuente:En Region Grande

1 comentario:

  1. JUAN CHIVIRO - E. RIOS18 de enero de 2010, 19:51

    ALGUIEN REALMENTE CREE ALGO DE ESTO ????? O SON SOLO LETRAS SOBRE EL PAPEL ??? y si fuera verdad: sería bueno que se REINVIERTA en el país, podrían hacer las locomotoras y vagones acá y recuperar o comprar un laminador de rieles, como es que se afanó TECHINT. Para mí es otro "cuento chino" como es de las 24 trenes del San Martín y los miles de millones que iban a invertir los chinos,pero, OTRA VEZ EL INTERIOR MIRANDO LA FIAMBRERA.

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