lunes, 23 de marzo de 2009

Venta ambulante en trenes, un fenómeno que no desaparece

En el Sarmiento y el San Martín se ofrecen distintos productos

Un fenómeno que se mantiene en los trenes de la línea Sarmiento que circulan entre Once y Moreno y en los de la línea San Martín que unen Retiro con Pilar es la venta ambulante, que incluye una amplia cantidad de productos, con un precio uniforme: 2 pesos.
La actividad está condicionada a la cantidad de pasajeros que lleva el tren, y por lo tanto, en las horas pico es prácticamente nula, ya que en el tren la actividad es verdaderamente ambulante: el vendedor presenta a viva voz su producto, hace hincapié que se trata una oferta, informa sobre el precio, eventualmente distribuye la mercadería por asiento mientras sigue informando sobre sus bondades y la retira, tras lo cual llega el siguiente vendedor, que repite el procedimiento.
Lo que se ofrece está relacionado con la demanda estacional. Así, en febrero se ofrecían 100 bombitas de agua, en consonancia con el carnaval, a 2 pesos. Posteriormente, el inicio de las clases marcó la aparición de productos, como lápices o cuadernos, mientras que ahora se ofrecen 12 tabletas antimosquitos, siempre por 2 pesos.
Generalmente se venden varias unidades -por ejemplo tres golosinas de chocolate- haciéndose mención de que cada una cuesta en un quiosco entre 1,70 y 1,80 peso, pero que a precio de oferta se ofrece las tres a 2 pesos. El fraccionamiento existe muy raras veces, pero el costo sube fuertemente: se puede conseguir tres paquetes de pastillas a 2 pesos, pero uno solo cuesta 1 peso.
No es difícil encontrar lo que en los supermercados se denomina “un combo”: Por ejemplo, tres revistas de pasatiempo y un marcador, también por 2 pesos. Además hay que sumar los vendedores de helados (el bombón gigante cuesta, por supuesto, 2 pesos), gaseosas, los tradicionales canillitas y en trenes del San Martín, a un vendedor de chipa que lleva sus productos en una canasta que transporta, con un equilibrio admirable, sobre su cabeza.
No sólo los ambulantes recorren cada uno de los coches que forman cada tren, sino también quienes solicitan una colaboración en monedas, que obviamente se ven afectados por la falta de metálico: argumentan sufrir alguna enfermedad -generalmente ser portadores de HIV- o sordomudos, en cuyo caso entregan un pequeño papel para dar cuenta de la necesidad de ayuda.

Recurso

La venta ambulante se encuentra prohibida, pero desde la concesionaria de la línea Sarmiento, Trenes de Buenos Aires (TBA) y de la del ferrocarril San Martín, la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE) se precisó ante la queja de los pasajeros, que quienes desarrollan la actividad lo hacen en base a recursos de amparo que han sido aceptados por la justicia, y que en consecuencia nada se puede hacer para evitarlo.

Fuente: Diario Popular, gentileza Jorge Paz

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