El concesionario TBA sólo tiene una cobertura de $ 2 millones. Por estos
días , en el Gobierno y en Trenes de Buenos Aires (TBA) analizan cómo
contener no sólo los juicios que seguramente iniciarán los familiares de
los 51 muertos y de los más de 700 heridos de la tragedia de Once, sino
también muchos pasajeros que argumentarán haber quedado traumados desde
aquella fatídica mañana del 22 de febrero, cuando un tren del Sarmiento
chocó contra el paragolpes del andén. Sin embargo, para rematar la
cadena de irregularidades con la que se maneja desde hace años el
sistema ferroviario en la Argentina, no hay póliza de seguros que cubra
semejante siniestro, por lo que se desconoce cómo se enfrentarán las
demandas. TBA tiene contratado un siniestro que cubre hasta 2 millones
de pesos por accidente, tal como lo estableció el contrato de concesión.
El Estado debía proveer un seguro por encima de ese monto. Jamás se
contrató póliza alguna y, por lo tanto, nadie cubre más allá de esos 2
millones. La precariedad se deja ver no sólo en trenes, vías, estaciones
y sistemas de señalización. Los expertos afirman que también el
entramado jurídico que sostiene el esquema de transporte ha sido
víctima, en primer lugar, de la crisis de 2001 y 2002, y, después, de la
falta de controles. El incumplimiento del Estado se remonta a
principios de 2001. Entonces, TBA y el Estado firmaron una adenda
mediante la que se modificaban partes del contrato de concesión del
servicio ferroviario de pasajeros. El decreto 104, publicado el 25 de
enero de 2001, le dio validez al documento de 102 páginas al que LA
NACION tuvo acceso. En su artículo 18 se detalla cómo sería el esquema
de "seguros, garantías y fianza". "El Concesionario [TBA] tomará a su
cargo un seguro de responsabilidad civil (...) hasta la finalización de
la Concesión, por la suma en moneda argentina de curso legal equivalente
a dos millones de dólares estadounidenses por siniestro", expone el
artículo 18.2 de la adenda. Sucedió que un año después los contratos se
pesificaron y esos dos millones de dólares se convirtieron en pesos. Y
desde entonces jamás se actualizó esa suma. La inflación escaló a
valores de tres cifras, pero el Estado jamás se detuvo a rever esos
contratos. La emergencia económica, que incluyó la ferroviaria y que se
dictó en 2002, suspendió los efectos de esos acuerdos y desde entonces
el kirchnerismo jamás los renegoció. Los trenes, como la mayoría de los
servicios públicos, no tienen contratos renegociados después de pasados
más de 10 años de la crisis económica. SIN CERTEZAS. Pero la mayor
sorpresa quizá sea la que se esconde en otro párrafo del artículo 18.2.
"Correrá por cuenta del concedente la contratación del seguro y pago del
premio respectivo por sobre dicho límite, sin que ello importe
modificación de la legislación vigente en materia de responsabilidad
civil", dice la norma. ¿Qué significa? Que por encima de esos dos
millones de pesos, que antes fueron dólares, será el Estado el que tenga
que poner a disposición de los usuarios una póliza de seguros. Nunca se
contrató nada. LA NACION intentó comunicarse con la Secretaría de
Transporte, ahora manejada por el ex intendente de Granadero Baigorria
Alejandro Ramos. El nuevo funcionario, además de haber heredado todo el
equipo con el que contaba el ex secretario Juan Pablo Schiavi, también
mantuvo la misma postura: silencio total ante las consultas
periodísticas. Mientras el Estado prefirió no contratar ningún seguro,
TBA compró una póliza de seguros a la empresa Liderar por dos millones
de pesos por accidente, con una franquicia de 1,8 millones. Por ella,
según averiguó LA NACION, paga una prima anual de 800.000 pesos.
Liderar, según el ranking que elabora la revista especializada
Estrategas , figura en el puesto 29° entre las compañías de seguros de
la Argentina. A diciembre de 2011 emitió pólizas por 323 millones de
pesos, muy por debajo de los 1700 millones de emisión de La Caja, la
principal aseguradora argentina, o de los 1551 millones de Federación
Patronal, la que le sigue en el ranking. Según cuentan en el sector, la
compañía jamás pudo reasegurar este contrato, ya que el riesgo de
asegurar una actividad como la ferroviaria en la Argentina es muy
grande. Ferrovías, concesionaria de la línea Belgrano Norte, un ramal
con muchos menos problemas de infraestructura, es la que tiene la póliza
más importante. Contrató un seguro por 18 millones de pesos por
accidente. Liderar es una empresa de capitales argentinos. Según datos
oficiales, la principal cantidad de acciones las tiene la familia
Ortolano (Antonio, Franco y Gabriel), con el 57% de las acciones. El
resto está atomizado. María Ercilia Alvarez, Patricia Rodríguez y Nidia
Espejo tienen el 5% cada una; Silvia Diéguez y María Bugliotti tienen el
10% de las acciones, y Amelio y Adelaida Espejo suman otro 10%, con la
mitad de ese porcentaje cada uno. Hoy, para hacer frente a las demandas,
hay quienes hablan de la constitución de un fondo que será financiado
con los débitos y créditos cruzados entre el Estado y la empresa y cuyo
destino será pagar los juicios por venir. Pero nadie sabe a ciencia
cierta cómo se pagará. La única certeza es que se inicia ahora una danza
de millones. Y como dijo un hombre que está muy relacionado con el
mundo ferroviario: "La noche del accidente hubo abogados que brindaron
con champagne". La tragedia, claro está, no pegó a todos por igual.
2 Millones de pesos es lo que exigía la concesión. El Estado debía contratar otra póliza, pero no cumplió.
755 Muertos y heridos en la tragedia, pero el saldo de damnificados podría exceder largamente esa cifra.
2649 Pesos es lo que cobraría cada uno si se distribuyera la póliza contratada.
18 Millones de pesos es el valor del seguro por accidente que contrató Ferrovías..
Fuente: La Nacion
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