miércoles, 4 de mayo de 2011

Condenan el ataque a trenes del Sarmiento

Las escenas de extrema violencia en la mañana del lunes en las estaciones ferroviarias de la línea Sarmiento de la región, principalmente en Haedo, pero también en Ramos Mejía y Ciudadela (zona esta última donde fueron incendiados tres formaciones simultáneamente) causaron conmoción, pero pusieron de relieve, una vez más, el grado de hartazgo de los pasajeros del ramal Once-Moreno, que en su gran mayoría condenaron la furia contra los coches e instalaciones, pero siempre recalcando que la situación “ya no da para más”.

Paradójicamente, tras los hechos el panorama será aún peor, ya que según se informó, resultaron afectados 14 coches -entre ellos, modernas unidades con aire acondicionado- por lo que ahora hay dos formaciones menos, cuya recuperación “demandará meses”, advirtieron los entendidos.
“Viajo todos los días, conozco a mucha gente y los que empezaron con los ataques no eran personas comunes, laburantes. Los vimos llegar con bombas molotov y palos, todos encapuchados. Parece que siempre están acechando, esperando que pase algo raro para romper todo”, comentó Marcelo Castro, vecino de Morón.
Para Julieta Ramírez, en tanto, “viajar en esta línea es una pesadilla, a la mañana los trenes están siempre repletos, cada vez más. Es toda gente de trabajo, pero ya no da para más”. Asimismo, explicó que “la frecuencia no pasa de los 6 o 7 minutos por tren, y el costo del boleto es bajo, pero sigue siendo una tortura”.

Explicaciones

Desde la concesionaria Trenes de Buenos Aires (TBA), como siempre ocurre cada vez que se registran desmanes, los voceros salen a explicar que no hay mucho margen de maniobra respecto a cambiar el actual estado del problema. “Si ponemos más trenes, que podemos hacerlo porque tenemos la capacidad suficiente, cortamos el paso a los automovilistas, generando otra situación complicada, que de hecho ya existe, porque estamos estirando al máximo las posibilidades”.
Sin embargo, la explicación de la empresa colisiona con la realidad. Un conocedor del tema apuntó: “Hay muchos coches fuera de servicio, la prueba es que antes de los incidentes la mayoría de las formaciones contaban con 8 coches, cuando el contrato establecía que debían tener 9 coches”, y apuntó que “por la noche, a partir de las 21.15, a pesar de que la cantidad de pasajeros no disminuye, los trenes a Moreno circulan muy espaciados, cada 20 minutos, por lo que se viaja tan mal como en hora pico”.
En declaraciones a los medios que cubrieron la violencia, un pasajero identificado como Lucas comentó que “Haedo se llenó de activistas en un par de minutos, llegaron en camionetas y otros vehículos”. También dijo que “los pasajeros protestamos, como siempre hacemos cuando hay demoras, porque llegamos tarde al trabajo, pero no estábamos rompiendo nada, hasta que llegó esta gente y se desmadró todo”.
Todo comenzó después de que cerca de las 6 de la mañana un tren descarrilara cerca de la estación Flores -producto de la rotura de un riel, atribuido a la falta de mantenimiento de las vías- provocando la interrupción de los servicios entre Once y Liniers.
Pasadas las 9, un grupo de sujetos comenzó a incendiar los coches de la formación 17 en las estación Haedo -donde cuatro personas terminaron detenidas-, que luego se extendieron a Ciudadela, Liniers y Caballito

Fuente. Diario Popular
Gentileza: Jorge Paz

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