martes, 29 de diciembre de 2009

Petróleo y Ferrocarril en Entre Ríos: lo imposible se empieza a ver

Superado el momento de la euforia declamatoria de algunas respetables organizaciones patronales, el debate acerca de los modelos de país y provincia que propone cada fuerza política debe continuar, ya en el plano de las ideas y no en el de los agravios, los antidemocráticos escraches, los alaridos, las extorsiones. Como se sabe, una cosa es parlotear y otra muy distinta es realizar. Hemos votado muchas veces a gente que habla bonito y el resultado es por todos conocidos… luego nos ha tocado a quienes preferimos actuar en lugar de declamar, recoger los pedazos de nuestro Estado para tratar de llevar algo de dignidad a nuestro pueblo.

Como uno de los representantes de la línea política que gobierna actualmente (y aspira a continuar haciéndolo), me corresponde explicitar algún aspecto de nuestra idea de provincia, ya comenzando a plasmarse en acciones concretas.

A esta altura, casi no existe discusión acerca cuál es el problema prioritario a resolver en nuestras comunidades, es decir, la exclusión social. Y es muy difícil generar inclusión si no tenemos desarrollo y un estado presente. Es en este marco que se inscriben las dos grandes noticias provinciales del año 2009, a mi modesto entender. Es el caso del interés cierto que existe en Entre Ríos respecto de la extracción de petróleo y de la recuperación del ferrocarril.

Superando el mero discurso, ya hemos sido testigos los entrerrianos -o mejor dicho, protagonistas- de la vuelta del ferrocarril, en la recuperación del entramado vial de la línea Concepción del Uruguay-Paraná. Un hecho de enorme trascendencia para la revitalización de muchos pueblos seriamente afectados por la política deshumanizada de los 90, que pulverizó el trabajo en la Argentina y secó las maravillosas venas de rieles por las cuales circulaba gran parte de nuestro desarrollo. Esas políticas tienen claros representantes aquí y no conviene olvidarlo, para no repetir errores.

La visión estratégica actual es diametralmente opuesta a aquella que nos despojó del patrimonio público, y en esa línea tenemos el compromiso de continuar trabajando. El tren no solamente nos da rutas más seguras, muchas fuentes de trabajo en blanco y transporte de pasajeros barato; es además una industria y un elemento de vital importancia para la producción local, mejorando la rentabilidad de nuestros productos, en tanto se reducirá sensiblemente el costo de los fletes. Parecía imposible pero se hizo, o mejor dicho, se comenzó a hacer.

Si el tren es una gran herramienta para el desarrollo, el eventual hallazgo de petróleo en nuestra provincia constituirá una verdadera revolución, y no tenemos manera de encontrar petróleo si no se busca. Por eso nuestro gobernador ha gestionado ante el Consejo Federal de Inversiones (CFI) la financiación para explorar el norte de nuestra provincia, donde hay indicios de la existencia del famoso oro negro. Esto habla de una visión de futuro que no se contenta con plantar, cosechar y vender, para no depender exclusivamente de nuestra suerte con el clima y los precios internacionales. El estado provincial tiene un Plan de Hidrocarburos, que será de una preponderancia fundamental para el campo, la agroindustria y el resto de la producción. Significa más trabajo calificado, más recursos genuinos, mejor financiación del estado provincial y poderío energético.

Es importante señalar aquí que para el proyecto de provincia que promovemos, también es necesario terminar de torcer el rumbo de la universidad pública, que en los 90 fue vaciada de contenido patriótico para centrarse en el individualismo y en un perfil de profesional con poco compromiso con su sociedad. El sistema educativo debe estar a la altura de las exigencias sociales y económicas de la sociedad, es decir, a esta etapa productiva… los entrerrianos tenemos la capacidad de hacerlo y lo vamos a hacer.

El sistema político entrerriano nos tendrá defendiendo un modelo de desarrollo que es opuesto al neoliberalismo, sin importar si la coyuntura electoral es favorable o desfavorable, si sirve a miserables quintitas personales o no, estemos en el gobierno o fuera de él. La otra experiencia ya la tenemos, y sabemos quienes la trajeron, aunque miren para otro lado como perro que volteó la olla.

Fuente: Diario Junin

No hay comentarios:

Publicar un comentario